«Menos Zapatero, más Blanco» se titulaba la columna de jefe de Opinión de El Mundo, Vicente Ferrer Molina, del domingo 02 de enero de 2011. Un artículo en el que compara a Zapatero y Blanco:
«Todas las veces que Zapatero le ha dicho a su mujer que la experiencia le ha demostrado que cualquiera puede ser presidente del Gobierno -«no sabes, Sonsoles, la cantidad de cientos de miles de españoles que podrían gobernar»- le ha mentido. Eso sería así si José Blanco López y no él hubiera sido quien llegara a La Moncloa».
Ferrer Molina mantiene que, «bien mirado», Zapatero y Blanco resisten la comparación con Quijote y Sancho:
«Uno, hidalgo y esbelto, idealista y soñador; el otro, rechoncho y rústico, sencillo y pragmático. Y como esta novela se acerca a su fin, ocurre lo que en el desenlace del libro. Zapatero empieza a recuperar la razón, y eso le está convirtiendo en un ser vulgar, mientras Blanco se vuelve imprevisible y encantador. No ha de extrañar que el primero tenga cada vez menos brillo y que el segundo multiplique las simpatías».
El idealismo de uno y el pragmatismo de otros se pone en evidencia en sus elecciones mediáticas:
«Mientras Zapatero confiesa ahora que la finiquitada CNN+ de su admirado Gabilondo era su canal favorito, merece recordar que el ministro de Fomento se fue a un programa de telebasura de la factoría de Vasile a explicar los recortes del Gobierno».
Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace. Esta máxima ha sido una constante en el comportamiento político de Zapatero y de su Gobierno en general desde el primer momento. Incluso, se podría decir que desde que se hiciera con el control de la oposición en julio de 2000.
La cara de melancolía e, incluso de dolor, del presidente cuando se refirió al cierre de CNN+ no nos debe hacer olvidar que el socialismo y la estrategia política de ZP han sido siempre marketinianas y, muy especialmente, catódicas.
No han tenido, en ningún momento, reparos en apostar por las grandes cadenas -La Primera y Telecinco- e, incluso , elegir programas de gran audiencia clasificados como «telebasura».
No olvidemos que José Blanco se fue a «La Noria» a explicar el primer plan de ajuste para reducir el déficit que había anunciado Zapatero unos días antes.
Cuando el Gobierno ha tenido problemas graves e incluso se ha planteado una estrategia para remontar los malos pronósticos demoscópicos, nunca ha pensado en ‘CNN+’, que ahora parece que era, al menor para la progresia, un monumento al periodismo plural y bien hecho.
La pena es que su audiencia era muy baja y alcanzó sus cotas más altas, un 1,2 por ciento del share, en el momento en que la pantalla fue invadida por «GH 24».
VERDAD MENTIRA
Luis Solana: «Antonio San José ha insinuado en su columna en ‘El Plural’ que el Gobierno y el PSOE tienen algo que ver con el final de CNN+»
Jesús Maraña: «Las decisiones [como el cierre de CNN+] no dependen de principios ideológicos o morales, sino de las reglas del mercado»
Manuel Chaves: «El problema es que somos un país dependiente desde el punto de vista energético»
Ángel Expósito: «No sólo los políticos, sino en parte la sociedad española, hemos sido muy cínicos con la energía nuclear»