Basada en los cómics de Robert Kirkman, la serie no pretende ni asquear con el 'gore' ni asustar con sus zombies
LaSexta estrena toda una joyita dentro del género zombie. ‘The Walking Dead’, basada en la serie de cómics del mismo nombre, no es sólo una gran miniserie para los amantes de las historias de muertos vivientes, también es la demostración empírica de que las producciones de zombies pueden -y deben- dejar de ser cutres.
Los amantes del género zombie siempre tendremos a George A. Romero como el padre -o ya el abuelo- de algunas de las mejores historias que se han escrito para la gran pantalla. Que sean las mejores películas ya es harina de otro costal.
El mítico cineasta no contó con los medios suficientes en sus primeras producciones y ver ahora ‘La noche de los muertos vivientes’ puede provocar risa. Aunque bien podría ser que esa fuera la intención inicial de Romero.
La última cinta del director hizo que recordáramos con nostalgia ‘El amanecer de los muertos’, remake de una de sus mejores creaciones a cargo de Zack Snyder, que por entonces no era conocido todavía como el rey de la saturación del color.
Después llegaron ’28 días después’ y ’28 semanas después’, la reinvención de los zombies: ya no son muertos que salen de sus tumbas por a saber qué motivo, son humanos rabiosos, que corren y atacan de un modo salvaje.
‘The Walking Dead’ se aleja de esa vuelta de tuerca. Los zombies vuelven al concepto que inventó George A.Romero: seres muertos, infecciosos, lentos y sin un ápice de inteligencia. Un blanco fácil para las armas de fuego, pero tremendamente peligrosos en grupo.
En medio de ese despertar de los muertos, Rick Grimes (Andrew Lincoln) sale del coma en un hospital abandonado. Pronto se hará cargo de la situación y emprenderá la búsqueda de su mujer (Sarah Wayne Callies) y su hijo.
Basada en los cómics de Robert Kirkman, la serie, pese a contar con una buena factura, no pretende ni asquear con el gore ni asustar con sus zombies. Es, como hace Kirkman en sus cómics, una suerte de estudio hipotético-sociológico, o viceversa.
¿Qué haríamos por salvar la vida en un mundo apocalíptico? ¿Cuánto vale nuestra vida y la de nuestros seres queridos frente a la del otro? ¿Qué diferencia hay entre disparar a un zombie -al fin y al cabo, con forma humana- y a un congénere? ¿Qué nos detiene si no existen las leyes y, por tanto, las consecuencias?.
Los personajes creados por Kirkman -productor ejecutivo de la serie que desarrolla Frank Darabont- experimentan el drama de una situación límite. El espectador les acompaña a través de sus infiernos y les ve evolucionar o corromperse a medida que avanza la acción.
‘The Walking Dead’ es, en definitiva, más que una recomendable serie que combina drama y acción, es una buena película de zombies que se prolonga a lo largo de varias horas. Un imprescindible de la televisión.