RTVE se enfrenta a uno de los peores años de su historia y su presupuesto acaba de sufrir un recorte de 200 millones, porque Rajoy cierra el grifo de la subvención
Es uno de los grandes secretos de Mariano Rajoy y todo indica que tomará la decisión escuchando antes a Soraya Sáenz de Santamaría, su poderosa e infatigable vicepresidenta, pero los nombres corren como la pólvora.
Eduardo Zaplana, ex presidente de la Comunidad Valenciana y actual directivo de Telefónica, ha aparecido este fin de semana en las quinielas -coindiciendo con la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo secretario general del PSOE- como el nombre mejor posicionado para presidir RTVE.
Hace ahora tres años, Zapalana dejó su escaño en el Congreso para adentrarse en un nueva aventura profesional de la mano de Telefónica y bajo la supervisión de su presidente, César Alierta.
El cambio supuso una significativa mejora en su cuenta corriente. Sus ingresos como diputado apenas superaban los 3.000 euros mensuales, dietas aparte, -según datos del Congreso-, mientras que en su nuevo cargo como delegado de Telefónica para Europa esta cifra se ha multiplicado por diez.
Según fuentes conocedoras de la estructura salarial de la operadora que calculan que su salario podría oscilar entre los 500.000 y 600.000 euros anuales.
Si dejará el puestom para presidir RTVE, perdería bastante dinero.
EL PESO DEL MINISTRO WERT
A estas alturas y a la espera de que los socialistas resolvieran sus cuitas y deciieran el nombre del sustituto de Zapatero al frente del partido, la presidencia del ente público es itinerante.
Va pasando de uno a otro miembro del Consejo, mientras Fran Llorente sigue decidiendo por dónde van las cosas en lo que a información se refiere.
El nombre de Eduardo Zaplana ya figuró como posible presidente de la corporación durante el verano de 2012 tras la dimisión de Alberto Oliart.
En aquellas fechas, de todas formas, el candidato de más peso era José Ignacio Wert, actual ministro de Cultura.
LAS QUINIELAS PERIODÍSTICAS
Son bastantes los nombres que circulan en los mentideros del sector. Menos el ‘Pato Donald’, ha salido en algún momento prácticamente todo el mundo, pero los que se oyen con más insistencia son:
- Jose María Irisarri, expresidente de Vértice 360º desde finales de diciembre y amigo de Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy
- Francisco Marhuenda, director de La Razón, diputado por el PP de Cataluña en 1995 y muy cercano al círculo del nuevo presidente del Gobierno
- Javier González Ferrari, que ya fue director general de la corporación de RTVE entre 2000-2002
- Ángel Expósito, ex director de Europa Press, de ABC y director de Punto Radio
- José Manuel Lorenzo, productor de televisión, por la buena relación que tiene su hermano, el actor Francis Lorenzo, con Mariano Rajoy
- Carlos Dávila, director de La Gaceta, que siempre se ha mostrado a favor del PP y empezó a ocupar cargos en el ente público en 1996, con la llegada de José María Aznar a la presidencia.
- Gloria Lomana, esposa del actual presidente de Vueling y ex ministro de Industria y Exteriores, Josep Piqué, y además responsable de Informativos en Antena 3
A LA ESPERA DE RUBALCABA
Pese a la cantidad de pretendientes que le han surgido en las últimas semanas al puesto de presidente de RTVE, el proceso ha estado parado hasta ahora
¿Por qué? El nombramiento de este cargo ha de ser consensuado entre las principales fuerzas políticas y mientras en PSOE estaba descabezado, no había manera de avanzar por falta de interlocutor.
Ahora, pinchada la burbuja de Carme Chacón y con Alfredo Pérez Rubalcaba al timón del PSOE, todo vuelve a ciger velocidad.
Se habla, a media voz, de un ‘técnico‘ que llegue con la podadora, sin perfil político pero capaz d eponer orden en el derroche. Hay todo tipo de especulaciones y mucho rumor.
EL CABREO DE LOS POPULARES DE PIE
Y mientras tanto crece el cabreo en el PP ante el retraso en la renovación de caras y cargos.
La impresión entre los populares y sus periodistas más afines es que, un mes y dos semanas después de que Rajoy jurara como presidente de Gobierno y de que Zapatero saliera de La Moncloa todo sigue igual.
Las caras son las mismas, los contenidos son similares y los enfoques son parecidos a los que había en RTVE, cuando mandaban los socialistas.
Una situación que no se puede mantener mucho más tiempo. Entre otras razones, porque RTVE se enfrenta a uno de los peores años de su historia y su presupuesto acaba de sufrir un recorte de 200 millones, porque Rajoy cierra el grifo de la subvención. Se atisba una traumática reorganización en breve.