Su sectarismo, y su escasez intelectual, no van ligados a unas siglas concretas sino a un pack ideológico, que tiene en los indignados su expresión más grosera
Puede gustarte o no. Hay quien opina que es un facineroso y gente que le adora. Lo que está claro es que Salvador Sostres no deja a nadie indiferente y dice siempre lo que piensa. Sin pararse en barras o andar con paños calientes.
El periodista, columnista de ‘El Mundo’ y tertuliano vitriólico en las escasas tertulias de radio y televisión que todavía se atreven a invitarle, no ve diferencia alguna entre el reciente cese de Ana Pastor al frente de ‘Los Desayunos de TVE’ y el relevo de Alfredo Urdaci por Lorenzo Milá al frente de los informativos en 2004.
«¿Por qué lo primero es un ataque de Rajoy y lo segundo un triunfo de Zapatero?», se cuestiona el periodista en su columna diaria.
La respuesta a este interrogante está en que «en España los medios públicos están controlados directa y firmemente por el Gobierno».
Sostres, desde el diario El Mundo, tilda la actitud de la periodista madrileña de «hipócrita«.
«Es muy cínico que se reclame la independencia de los medios públicos sólo cuando manda la derecha, y que en cambio los periodistas de la izquierda sean considerados independientes por definición».
Sostres pone también en duda la objetividad e independencia que en más de una ocasión Pastor ha proclamado como símbolo de su actividad profesional.
«Su sectarismo, y su escasez intelectual, no van ligados a unas siglas concretas sino a un pack ideológico de una vulgaridad extrema, que tiene en los indignados su expresión más grosera».