Tete. Úsese para referirse a cualquier persona, también para llamar su atención sobre alguna cuestión o enfatizar un mensaje. P.ej Es que es muy fuerte, Tete.
Teta. Nada que ver con un seno. Como tete pero en femenino.
Temazo. Pieza musical del gusto del hablante.
Trabajar. Aparecer por un chiringuito una hora después de lo acordado y pasear por la playa repartiendo flyers.
Nano. Similar a Tete y Teta, pero común a hombres, mujeres y algunas máquinas de tabaco. También útil como interjección. P. ej. ¡Que movida, nano!
Valeee. Muletilla insignificante, úsese cada cierto tiempo para hacer rítmico el discurso, y aparentar que se ha dicho algo con sentido.
¡Vámonos! Exclamación discotequera que, contra lo que pueda parecer, significa que el hablante no tiene la menor intención de irse hasta que se haga de día.
¿Te vienes a casa? Eufemismo nocturno para el más popular «¿Hacemos el amor?».
Fidelidad. Lo que cada uno quiera pero siempre en relación a una tercera persona a la que también se le puede llamar como se quiera.
Estar guarrilla, o. Tener deseo sexual, por lo general, por culpa de la fidelidad. O por un uso poco efectivo de la fórmula «¿Te vienes a casa?».
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Fuente: recopilación de Nacho Chaparro en El Economista.