TVE cede al chantaje sindical y le acaba de servir en bandeja de plata a UGT la cabeza de Juan Ramón Rallo. El economista ya no volverá al plató de ‘La mañana de La 1′.
La presión ejercida por el sindicato UGT, que ya intentó vetar su presencia física en el programa de Mariló Montero el pasado 3 de septiembre de 2014, ha hecho mella en los responsables de TVE que han decidido tirar por la vía de la comodidad y no tener que padecer las críticas sindicales.
Eso sí, nadie de la planta noble de TVE ha tenido siquiera la delicadeza de tomar esta decisión en conjunto con la presentadora del programa, Mariló Montero, quien aseguró al economista que no compartía la medida de prescindir de las intervenciones de Rallo.
El economista, en declaraciones a Periodista Digital momentos después de conocerse que no volverá al programa de TVE, manifestaba que:
Al final no se sabe si UGT ha presionado y los otros han tomado la decisión o si se hubiera tomado la decisión de todos modos. Cuando por error o por lo que sea entra un liberal en TVE, es eliminado inmediatamente.
No esperas que tras una primera intervención prescindan de una colaboración, pero tampoco es tan sorprendente. Las burocracias estatales que no sirven a los ciudadanos sino a los grupos de poder internos y a los políticos funcionan así.
TEMORES CONFIRMADOS
Lamentablemente, la salida de Rallo del programa de ‘La mañana de la 1′ flotaba en el ambiente. El programa ‘Rojo y Negro’, de Radio4G, en su tertulia política del 4 de septiembre de 2014, debatió sobre esta posibilidad –Díaz Villanueva: «Sería una vergüenza que prescindieran de Rallo, pero TVE está tomada por los sindicatos»-. Los periodistas Alfonso Rojo, Luis Balcarce y Fernando Díaz Villanueva aseguraron que no les extrañaría que en TVE quisieran apostar por garantizarse tranquilidad y sacrificar al economista.
El director de Periodista Digital decía lo siguiente:
Los responsables de esos programas, la gente incluido del PP que tiene capacidad de decisión se va a ver tentada, y te lo digo ya porque lo sé, a prescindir de Juan Ramón Rallo por no disgustar a esta gente o por adaptarse a la dirección que marca el viento. Muchos de los que deciden ya no leen ni miran Internet, llevan un móvil o un smarphone y viven de las alarmas de Google y de las redes sociales. Basta cualquier campaña bien montada para que esta gente pues se pliegue a este tipo de cosas.
Mientras, Luis Balcarce se abonaba a la teoría del conchabeo entre el PP y el sindicato:
¿Y por qué le hacen caso a UGT? Porque en algún momento van a tener que pastelear con UGT, como ya vienen pasteleando con este sindicato.
Díaz Villanueva, que ya se olía la tostada de lo que podía pasar con Rallo, tildaba de hipotética «vergüenza» que se fulminara a Rallo:
Lo que hizo UGT con el intento de veto es una infamia. Básicamente, de todo lo que nos estaban acusando, lo perpetraban ellos. Los sindicatos en España emplean la violencia verbal, por lo general, y en ocasiones físicas con motivo de las huelgas. Aquí se les ha dejado crecer durante 40 años y resulta que lo que más miedo le da a un empresario no es la competencia, sino a los sindicatos, a que estos se la monten o le monten un piquete. Si deciden prescindir de los servicios de Juan Ramón Rallo, lo entenderé, no podré compartirlo, sería una vergüenza, pero lo entenderé. Yo es que no recuerdo un sólo momento de la historia de TVE que aquello no estuviese tomado por los sindicatos. Están confundiendo representar a los trabajadores con creerse los dueños de la empresa.
Y añadió que:
La izquierda tiene un extra de superioridad moral. No hay más que ver los aires con los que se despacha Nacho Escolar y en cambio a Juan Ramón Rallo le montan una campaña porque haya ido un día a un programa de TVE.
El propio Juan Ramón Rallo, en una entrevista telefónica concedida a Periodista Digital el 3 de septiembre de 2014, aseguraba que, independientemente del veto sindical –Juan Ramón Rallo responde a UGT: «No tiene sentido reivindicar la pluralidad de TVE y exigir que se vete a quienes pedimos que se privatice»-:
El PP no tiene absolutamente ningún interés en que yo aparezca en Televisión Española, a no ser que tenga ciertas pulsiones masoquistas, que no es el caso.
Y, de paso, le daba hasta en el velo del paladar al UGT por su incoherencia ideológica, ya que el sindicato guardián de las esencias del pluralismo era el primero en lanzarse a vetar a quien no está en sintonía con su manera de pensar:
Que se altere el status quo que actualmente tiene Televisión Española, entiendo que a aquellos que más directamente se benefician de ese régimen les pueda molestar o les pueda producir repulsa. Y les pueda incluso hacer caer en incoherencias tan flagrantes como las del comunicado de UGT, porque lo que no tiene mucho sentido es reivindicar la pluralidad del medio público, que TVE es la televisión de todos, y al mismo tiempo decir que ciertas opiniones, como aquellas que piden privatizar TVE, tienen que estar vetadas.