Rosa rompe su silencio en 'Espejo Público' y en 'El Programa de Ana Rosa'

La exmujer del pederasta de Ciudad Lineal está destrozada: «Mis hijos necesitan ayuda psicológica»

"Le dejé cuando fue condenado por abusar de una niña"

La exmujer del pederasta de Ciudad Lineal está destrozada: "Mis hijos necesitan ayuda psicológica"

La exmujer de Antonio Ortiz, el pederasta de Ciudad Lineal, ha roto su silencio este martes 30 de septiembre. Lo ha hecho narrándole su historia a Nacho Abad de ‘Espejo Público‘ y a Inma Perea, de ‘El Programa de Ana Rosa’.

Rosa, que así se llama esta madre de dos hijos, reconoce que no se podía creer la noticia de su detención:

«Imagínate cuando encendemos la televisión y mis hijos y yo vemos que Antonio ha sido detenido por ser el pederasta de Ciudad Lineal. No lo podíamos creer. Ellos están destrozados. Necesitan ayuda psicológica».

NO OLVIDA EL DÍA DE SU PRIMERA DETENCIÓN

Confiesa que se casó con él completamente enamorada. Eso sí, no se le olvida el día en que detuvieron a Antonio Ortiz tras cometer su primer delito de abusos.

«Recuerdo aquel día de 1998 como si fuera hoy. Llegué a casa y había cuatro policías secretas. Esperaban a Antonio. Le detuvieron por agredir sexualmente a una menor. Él lloraba y me gritaba que era mentira, que la niña se había confundido. Decía que era inocente. Se lo llevaron detenido. Regresó a los tres días. Yo no sabía qué pensar. Él lloró. Insistía en que la niña se había equivocado de persona. Estaba libre, no en la cárcel. Yo estaba loca por él, sólo tenía 23 años y me lo creí».

La exmujer de Antonio Ortiz reconoce que su ex siempre acudía a su madre cuando tenía un problema.

«Su madre le puso los mejores abogados. Siempre que Antonio tenía un problema, acudía a su madre. Se refugiaba en ella. Sobre todo porque ella tenía dinero. Él iba a firmar todas las semanas a Plaza de Castilla. Una vez no regresó. Fui a los juzgados a interesarme. Pregunté, y me dijeron que lo habían metido en la cárcel. Dos policías empezaron a enseñarme pruebas. Su semen estaba en la ropa de la niña, en nuestro coche había ADN de la pequeña a la que secuestró. Todo lleno de pruebas. Me casé completamente enamorada, pero por fin abrí los ojos y me divorcié. Me siento completamente desvinculada de él».

Desde entonces no tiene ninguna relación con él y de hecho, su situación es complicada pues debe mantener a sus hijos y se encuentra desempleada.

«Si hay algo que lamento, y lo lamento profundamente, es no haber pensado ni un minuto que era él el violador de Ciudad Lineal. Si se me hubiese pasado tan solo un instante por la cabeza habría ido inmediatamente a denunciarlo para evitar que agrediera a más niñas».

 

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