"Más temprano que tarde haré una propuesta para que tengamos ese debate. Claro que sí. El problema es dónde y cuándo, pero va a dejar de ser un problema en breve"
Este 31 de julio de 2015 concluye el curso político sin que en el tan nutrido panorama mediático de debates se haya llegado a producir ningún careo entre los nuevos líderes del momento, Pablo Iglesias (Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos).
Distintos espacios tanto de Mediaset como de Atresmedia han tratado durante todo el curso político de sentar en la misma mesa a sendos jóvenes políticos, pero sin éxito. La responsabilidad es de todos, pero no en la misma medida: Mariano Rajoy y Pablo Iglesias han sido los más vehementes en vetar los debates cara a cara y, si en el caso de Rajoy no sorprende (ya sea por su condición de presidente del Gobierno o por su fobia a los platós de televisión), en un obsesionado por los medios como Iglesias resulta chocante.
«PEZ GRANDE NO SE SIENTA ANTE UN PEZQUEÑÍN»
Cuando Pablo Iglesias irrumpió con su partido Podemos como cuarta fuerza política en España en las elecciones europeas del 25 de mayo de 2014, convirtiéndose en la revelación del momento, toda la prensa se volcó con él, para bien o para mal.
El virtual ‘ganador’ de aquellos comicios se apresuró a pedir un cara a cara con el nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez, para ver cuál de los dos representaba a la verdadera izquierda. Pero el socialista declinó esa oferta: era la teoría de que si un ‘pez gordo’ debate con un ‘pezqueñín’ el resultado es que la audiencia los verá como equivalentes y eso siempre va en favor del menor —Pablo Iglesias se pone chulo y reta ahora a un debate cara a cara al socialista Pedro Sánchez–.
Pedro Sánchez sólo aceptaba debates con Rajoy. Por aquellos días el secretario general del PSOE pegó un sonoro plantón a ‘La Sexta Noche’ —Pedro Sánchez planta a ‘La Sexta Noche’ y acusan al líder del PSOE de ‘borrarse’ a última hora–. ¿Se olería que planeaban en el espacio de sábado de laSexta colocar a Pablo Iglesias de tertuliano para provocar un debate-encerrona? Iglesias sólo pudo encontrarse ante las cámaras con los socialistas Juan Fernando López Aguilar y Antonio Miguel Carmona —Antonio Miguel Carmona pone en evidencia y deja ‘planchado’ a Pablo Iglesias en ‘La Sexta Noche’–.
«¡EL JEFE DE LA OPOSICIÓN SOY YO!»
La prensa y los sondeos se volcaron totalmente con Pablo Iglesias a partir de ese momento, tanto en cuanto a lo positivo como a lo negativo. Celebrándose el Debate del Estado de la Nación a 25 de febrero de 2015, salió el líder de Podemos, sin representación en la cámara, a autoproclamarse ‘jefe de la oposición’, solicitando un debate «cuando quiera y donde quiera» con el Presidente.
Rajoy ni se molestó en contestar, siguiendo la estrategia del PP de ignorar a Podemos como partido y a Iglesias como líder, pero sí se apreció cómo encargaron la puesta en marcha de la llamada ‘Podemos-Obsessión’ en las tertulias mediáticas y en los artículos en prensa.
Conclusión: ni Rajoy ni Sánchez bajaban al barro con el carismático y televisivo Pablo Iglesias, que conseguía quedar como el valiente que proponía debates frente a los cobardes líderes del PP y PSOE que declinaban.
IRRUPCIÓN DEL ‘AGUAFIESTAS’
Las elecciones andaluzas del 22 de marzo de 2015 dieron a Podemos la entrada a la cámara como tercera fuerza en una buena irrupción pero lejana a las expectativas creadas.
Se alejaba el partido liderado en Andalucía por Teresa Rodríguez de poder ser una alternativa al gobierno de Susana Díaz, y coincidía además con otra noticia peor para ellos; el crecimiento paulatino de Ciudadanos, el partido de Albert Rivera, a nivel nacional.
Podemos se encontró con la peor situación inimaginable cuando el propio Albert Rivera retó a un debate a Pablo Iglesias. Fueron varios los medios que iniciaron las gestiones: ‘La Sexta Noche’, ‘Las Mañanas de Cuatro’, ‘Un Tiempo Nuevo’ o ‘Salvados’ lo intentaron. Pero la respuesta de Pablo Iglesias era siempre la misma: con Rivera, no —Albert Rivera revela que Pablo Iglesias tiene miedo y se niega a debatir con él–.
El programa que optó por hacer trascender el veto de Podemos a debatir con Ciudadanos fue ‘Viajando con Chester’, que tras lograr el sí tanto de Rivera como Iglesias para un programa que se emitiera el mismo día, se encontró con el veto de que el formato fuera debate cara a cara. Incluso, los asesores de Iglesias rechazaban la posibilidad de que los dos invitados se cruzaran o se saludaran como transición a dos entrevistas paralelas (como sí hicieron luego Ángel Gabilondo y Cristina Cifuentes) —Pablo Iglesias se pone chulo con Pepa Bueno: «¿Estás acusando a Monedero de un delito?»–.
La propia Pepa Bueno, entrevistadora del espacio, explicó como Pablo Iglesias se había negado en redondo al debate, lo que acababa con su imagen del ‘valiente que quería debatir’. Las entrevistas se emitieron el 10 de mayo de 2015, una noche en la que además Iglesias trató de contraprogramar a Cuatro con la emisión en internet de su entrevista a Juan Carlos Monedero (muy polémico en aquellos días) —El purgado Monedero hinca la rodilla ante Iglesias, una entrevista para lavar la imagen de Podemos y sus depuraciones–.
«CLARO QUE ACEPTO EL DEBATE»
La primera excusa del líder de Podemos había sido tener «un debate pendiente con Pedro Sánchez, y las cosas deben ir por orden». Pero no convenció. Finalmente ante la presión en redes sociales, Pablo Iglesias tuvo que rectificar y dijo que aceptaba el debate pero con las condiciones de Podemos: el careo televisado sería «inminente», en sus propias palabras en Rac1 el día 7 de mayo de 2015:
«Más temprano que tarde haré una propuesta para que tengamos ese debate. Claro que sí. El problema es dónde y cuándo, pero va a dejar de ser un problema en breve. Pronto haré una propuesta específica para tener ese debate con Albert Rivera, será un placer».
Desconocemos cuánto es para la medición de Iglesias el concepto «más temprano que tarde», pero si hacemos cuenta del tiempo transcurrido son 85 días, unos tres meses. ¿Qué pasó? Lo único que ha trascendido es que desde el equipo de Pablo Iglesias se sugirió un debate con Albert Rivera, pero a condición de fuera ‘a cuatro’, con la presencia de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.