Saber lo que tiene un tío como ese en la cabeza debe de ser surrealista
Bertín Osborne sigue dando que hablar. A su éxito televisivo hay que unir que es el típico personaje que cada vez que habla o dice algo, los ecos de sus palabras suelen retumbar a varios kilómetros a la redonda–Bertín explota por las preguntas impertinentes de un periodista: «Como demagogia está muy bien, pero yo hace veinte años no vivía en España»–.
Su última entrevista, publicada en el número 93 de Vanity Fair, está haciendo entrar en convulsión a las redes sociales, el tradicional termómetro de nuestro tiempo para medir según qué noticias de la actualidad.
Y todo porque el cantante y estrella televisiva, enrolado ahora en las filas de Telecinco para la que realiza ‘Mi casa es la tuya’, asegura a Raquel Peláez que «Hitler sería mi entrevista soñada».
Hasta aquí todo en orden. Valor histórico y periodístico no vamos a negar que el austriaco tendría. Así lo argumenta:
Saber lo que tiene un tío como ese en la cabeza debe de ser surrealista. Ha habido muchos monstruos, pero él es el más reciente.
Pero para surrealista es cuando la redactora de la publicación le tira la caña y dos preguntas después, le dice que si a Nicolás Maduro (presidente venezolano, al que Bertín ha criticado en más de una ocasión) no le entrevistaría…–La mujer de Bertín Osborne le da la puntilla a Beatriz Montañez por reírse de Venezuela–.
Osborne responde, como a modo de justificación:
Bueno, es que a sinvergüenzas y delincuentes procuro no tenerlos cerca y entrevistarles, menos.
Toda una contradicción.