Se cree que es la última Coca-Cola del desierto. Albert Rivera, líder de Ciudadanos, sigue con su discurso de considerarse a sí mismo como el elemento imprescindible en la política española.
Para él, la única democracia interna que existe es la de su partido y que en las demás formaciones poco menos que funciona el dedazo, olvidando que en el seno naranja se han alzado voces en contra de él y de la forma en la que está gestionando Ciudadanos –Ciudadanos: Carolina Punset se rebela y planta cara al ‘dictador’ Albert Rivera-.
En la noche del 17 de enero de 2017, Rivera, en ‘El Cascabel’ (13TV) completó un ejercicio magistral de egocentrismo y de ponerse bravucón con los críticos. Asegura que no se puede criticar sin proponer alternativas. Vamos, que lo que persigue el presidente de Ciudadanos es que quien le critique se presente a disputarle la poltrona. La tradicional máxima: ‘o estás conmigo o contra mí’.
Rivera subrayaba que:
Ciudadanos es hoy el partido más democrático de España y esto no es una opinión. Somos el partido que tiene primarias a todos los cabeza de lista de este país en todas las provincias donde se supera un número de militantes, tenemos primarias al presidente. Si alguien es crítico, lo lógico es que se presente. Hemos quitado los avales y el voto de cualquier militante vale lo mismo.
Incidía en que:
Si mañana viene cualquier militante de Ciudadanos y registra su petición y dice que se presenta sin avales puede competir exactamente conmigo o con cualquier candidato. Poner urnas y abrir el censo a todos los militantes que es lo que ha hecho mi partido y que cualquiera puede ser candidato sin avales a mí no se me ocurre otra manera de medir la democracia.
E insistía en que:
Para criticar hay que proponer y hay que presentarse. Y lo que en Ciudadanos está por ver es si hay alguna alternativa. Yo soy humilde y sé que las cosas pueden hacerse mejor, pero cuando alguien dice que las cosas se pueden hacer mejor, lo que tiene que hacer es presentarse.
