Al separatismo hay que agradecerle que les haya abierto los ojos sobre el sectarismo de los medios extranjeros y su miserable colaboracionismo con el golpe independentista.
Después del 1-O, ya no vendrá el paleto de turno a decir «esto jamás lo haría la BBC», llamando a imitar a la sacrosanta televisión pública inglesa que ahora emitirá un especial sobre Cataluña con la colaboración nada menos que de Jaume Roures, el que cobraba en la taquilla de la sala de prensa.El ofensivo decálogo del odio a España en TV3
Como bien recuerda Ramón Pérez Maura en ABC, la BBC es uno de los medios más tendenciosos y políticamente parciales del panorama de medios internacionales. Lo fue y lo sigue siendo.El chaquetero independentista que se forra en TV3 a razón de 7.500 euros por programa clamando que España le roba
«En la crisis catalana hemos visto la tendenciosidad que muchos medios han demostrado. La falta de rigor profesional y el gatillo fácil a la hora de disparar titulares contra el Gobierno español. Algunos después han hecho autocrítica («Le Monde», «The Guardian»…) pero son muchos los que siguen en la parcialidad más contaminante. En estas horas se está gestando uno de esos ejemplos de toxicidad en la BBC».
OTRO GRAN ARTÍCULO DE PETER PRESTON
Al final algunos se han caído del guindo. Es el caso de The Guardian, admitiendo que se tragó los bulos de los separatistas con la represión del 1-O. Así lo dijo con total sinceridad quien fuera su director, Peter Preston, en un artículo publicado el 8 de octubre de 2017.The Guardian admite que se tragó «noticias falsas» sobre Cataluña
Pero una semana más tarde, Preston volvió a la carga con otra artículo demoledor —recogido en Dolça Catalunya— en el que explica cómo los separatistas incubaron una burbuja mediática para movilizar a los suyos y montar la escenografia del golpe. —Catalonia’s dreams of secession were incubated in a media cocoon—
«Sabemos lo primero que pasa cuando dan un golpe de estado. Sus líderes toman el control de la TV y la radio estatal. Sabemos lo que el Partido Nacionalista Escocés (SNP) habría hecho si hubiera ganado su referéndum. Erigir una BBC escocesa sobre la tumba de la BBC británica. Así que este es un factor adicional a tener en cuenta tras la tumultuosa semana en España.
Cataluña ha tenido sus propios servicios de radio y televisión desde 1983, programando sólo programas en catalán y ¿lo adivinan? pagados por el mismo gobierno que declaró la «cuasi independencia» hace pocos días.
Su sesgo es natural, quizás inevitable, al informar sobre las manifestaciones anti separatistas, al recordar constantemente a la Guardia Civil blandiendo sus porras y durante las horas de discusiones políticas. Dos participantes frecuentes en esas discusiones -voces contra la independencia, contratados en nombre de un supuesto equilibrio y juego limpio- escribieron un artículo en El País el otro día, explicando por qué no acudirían más a esos programas.
«La tesis oficial en Cataluña es que esto es una nación natural, esencialmente buena, que por lo menos durante tres siglos ha vivido en una situación de opresión colonial insostenible dentro de una España artificial y pérfida de la que debemos huir», declararon Joan López Alegre y Nacho Martín Blanco.
«Pero cuando la realidad se reduce a un monotema, la secesión…entonces la presencia de una voz única opuesta a la tesis del programa, frente a tres o cuatro participantes más el moderador… sólo sirve para proyectar la idea de que es una posición minoritaria, incluso marginal en la sociedad catalana. Adiós. Hemos sido tontos útiles demasiado tiempo»
(…)
Han vivido en una burbuja mediática de opinión establecida, convencidos de que la UE recibirá a su nueva nación en su seno, que el futuro económico está despejado, que «tomar el control» resolverá todos los problemas. La pasión está arraigada. (…) . Si puedes hacer que el resto del mundo desaparezca, entonces la duda se convierte en algo extraño.
(…)
Cuanto más abiertas las ventanas, es más fácil respirar. La propia burbuja de Escocia sobre su devolución se ha debilitado porque el éxito del SNP y de los conservadores ahora -como se ve en el Parlamento- hace la perspectiva nacional otra vez más relevante. También el Brexit está gradualmente abriendo ojos y horizontes. (…) ¿Cómo se pudo acercar Cataluña tanto al abismo? Porque en la pantalla, en las ondas de radio, en la prensa mimada, no había debate real. Porque (como en Fox News) la apariencia de debate real fue suficiente, gracias.»