Bertín se lo ha currado. Esta vez sí. El 15 de enero de 2017, el presentador de T5 reunió, por primera vez en televisión, a Manuel Díaz y Julio Benítez, los dos hijos del torero, Manuel Benítez, ‘El Cordobés’.
Toda la vida separados hasta que en la primavera del 2017, un juez dictaminó , tras más de cuatro décadas de acusaciones y evidencias, que Manuel Díaz era hijo de Manuel Benítez, alias ‘El Cordobés’. Desde que se conoció la sentencia, Manuel y Julio comenzaron una auténtica relación de hermanos e incluso han toreado juntos.
Por fin, Bertín Osborne dejó de hacer publicidad de los productos y los personajes de Mediaset y ha llevado a ‘Mi casa es la tuya’ a personajes más interesantes. Cierto es que Manuel Díaz ya había sido entrevistado por el cantante y presentador en la época en la que estaba en TVE pero en esta ocasión, al reunir a los dos hermanos, Osborne se ha apuntado un tanto.
El lugar elegido para reunir a los dos hermanos fue Palma de Río, la localidad cordobesa natal del padre de ambos. El primero en hablar fue el hermano mayor, Manuel Díaz, quien describió su infancia, con un padre ausente, y cómo fue el día en el que se enteró de la sentencia del juez:
Me hice torero porque no me quedó más remedio en mi vida. Era mi única arma para intentar darle justicia a lo que mi madre estaba sufriendo. Vocación sí la he tenido después, pero lo que más me gustaba con 13 años era jugar con los niños y no ponerme a entrenar.
Me hice torero por venganza, porque yo tenía que vengar a mi madre, buscar mis raíces, mi sangre.
Estaba en un tentadero y me llamaron diciéndome que había salido Manuel Benítez en televisión diciendo que yo era su hijo, en ese momento se me quitó un peso de encima, me liberé. Llamé a mi madre, que estaba en un llanto, me fui a su casa y le di un abrazo. Fue el abrazo de mi vida más significativo, con más cosas dichas y con menos palabras de mi vida.
No estaba consiguiendo nada por la vía de esperar. Tengo ya una edad, hijos mayores, mi madre también tiene una edad, y un día por la mañana me levanté y le dije a mi mujer que quería hacer algo, que tenía que solucionar esta etapa de mi vida. Entonces decidí que un juez fuese el que dijera que él era mi padre o no, la oportunidad de que dijese que yo no soy su hijo y yo tener la oportunidad de demostrar que sí lo soy. Empecé esa batalla y con el tiempo un juez me ha reconocido que soy hijo de Manuel Benítez.
Cuando cuelgo el teléfono se me aflojaron las piernas, empecé a temblar. Yo estaba en el campo y no sabía si reírme o llorar porque era la primera vez en mi vida que yo sabía que todo era verdad. Me senté en una piedra y vino una vaca rumiando, se me arrimó y yo le pregunté: ¿Tú te has dado cuenta de que al final todo era verdad? Ni mi madre lo sabía en ese momento.
Aún no ha habido un reencuentro entre Manuel y su padre pero sí uno entre él y su hermano Julio, ambos también toreros.
Según Díaz, así fue el encuentro con su hermano Julio:
Un día mi hermano Chema me dijo que si me gustaría conocer a mi hermano Julio (Benítez). Al poco tiempo quedamos en la cafetería de un campo de golf. Lo primero que le dije fue que nosotros nos parecíamos más, que teníamos más cosas en común que en contra. Primero por la profesión que habíamos escogido en la que hablamos el mismo idioma, y luego que él había sufrido mucho, al igual que yo.
Pero ¿cómo vivió este encuentro el otro hermano? Julio Benítez apareció en el programa (simpático y con un evidente ‘buen rollo con su hermano’) y dijo:
Fue una sensación superextraña, como cuando ves a un famoso por la calle. Pero no me costó nada acceder a verme con mi hermano. Sí lo fue el decidir torear con él por la trascendencia mediática. Yo soy muy tímido y tengo mucho respeto a los medios. Tampoco quería que repercutiera en mi madre y hermanos, que siempre se han mantenido al margen y están en su derecho. Nunca me pusieron ningún impedimento en casa para hacer este encuentro. Lo hice con el corazón porque lo sentía y no me arrepiento de haber dado el paso.
No me atreví a decirle a mi padre que quería ser torero. No fui capaz de decírselo a mi padre porque siempre he sido muy introvertido. Fue mi hermana Martina la que se lo dijo después de que yo se lo pidiera. Estábamos todos reunidos en una comida y ella le soltó: ‘Papá, quiero comentarte una cosa que Julio no se atreve a decirte: que quiere probar en el mundo del toro’
El tema de Manuel no se hablaba en casa, era un tema delicado. Seguro que mi padre y mi madre sí lo hacían, pero nosotros hemos intentado no sacarlo en conversación.
Mi padre es un personaje tan sumamente especial que creo que intentar comprender a esas personas en tan sumamente difícil… Es un tío que te lo da todo y te lo entrega todo, pero tiene sus rarezas.
Como decíamos, y por lo que vimos durante el programa, los dos hermanos se llevan a las mil maravillas, no tienen miedo a hablar del pasado, a sincerarse e incluso a hacer bromas sobre sus orígenes. Y es que, tal y como dijo Manuel:
La vida no me ha dado la oportunidad de estar con Manuel, pero sí de conocer a Julio que es un ser humano excepcional que me recuerda a mí cuando tenía su edad con esa inocencia del que tira para adelante con todo.
Manuel también contó que aún no se ha encontrado con su padre , que un día le propuso hacerse una foto, ellos dos con toda la familia, y colgarla en las redes pero que se negó, que lo único que quiere es quedar a solas con su progenitor.