Si el periodismo tiene que estar sometido al arbitrio de jueces que desconocen el valor supremo de la libertad de prensa, no hay futuro para el periodismo
Se suceden las batallas en la guerra que desde hace tiempo mantienen El País y la TV3–El jefe de la TV3 Vicent Sanchis se pone hecho una pantera contra El País y exige a Antonio Caño que rectifique–.
Las hostilidades, lejos de sosegarse, van a más. Desde que el canal autonómico que dirige Vicent Sanchis acusase al diario de Prisa de mentir por un reportaje donde la TV3 salía mal parada, unos y otros se pasan el día dándose mandobles–La separatista TV3 y un juzgado catalán intentan amordazar a El País y éste les responde con un editorial salvaje–.
Ahora ha sido el mismísimo director de El País el último en recoger el guante–Brutal contraataque de El País por los intentos censores de TV3: «Quieren suspender el ejercicio del oficio para beneficiar a los que jalean constantemente»–.
Vídeo relacionado: El antológico corte de Inés Arrimadas al protoseparatista director de TV3
Antonio Caño sabe de los intentos censores, vía judicial, de la TV3 y no desaprovechó la oportunidad de mandar un recado a Sanchis durante una conferencia celebrada este miércoles 17 de enero de 2018 en la Universidad de Navarra.
El escenario catalán es la base sobre la que se ha apoyado Caño para denunciar el sectarismo que emana el canal público catalán.
«Dejar que fuerzas oscuras impongan sus mentiras frente a los ciudadanos indefensos es un camino seguro hacia la tiranía»
Caño ha defendido el reportaje inicial que desató la problemática, de título ‘Una semana viendo solo TV3’ y que apareció publicado en El País, donde la televisión de Sanchis salía muy malparada:
De forma prudente y profesional, sacaba a la luz con enorme rigor casos precisos de manipulación informativa por parte de TV3
Y finalizó diciendo que:
«Si el periodismo está al servicio de intereses políticos manifiestos, como es el caso de TV3, no hay futuro para el periodismo».
«Si el periodismo tiene que estar sometido al arbitrio de jueces que desconocen el valor supremo de la libertad de prensa, no hay futuro para el periodismo».
