Brutal última jugada de Tabarnia, llevando a su presidente, Albert Boadella, a la puerta misma del casoplón en el que se esconde como un prófugo cobarde Carles Puigdemont.
El dramaturgo Boadella montó un show formidable, ataviado como un médico (psicólgo de paranoias regionales), al otro lado de dónde se esconde habitualmente el expresidente de la Generalitat que está huido de la Justicia española.
Boadella atendió después, bajo la intensa lluvia belga, a las televisiones, y allí comentó el objetivo de los tabarneses desplazándose hasta allí. En ‘Espejo Público’ explicó:
- «Lástima que este prófugo compulsivo no sabemos donde está. Yo desearía que hiciera como Napoléon, y se fuera a Santa Elena y nos diera tranquilidad. El objetivo de esto era tratar de tener una visita con él y convencerlo de que vuelva a su camino y cumpla con la ley.
- «Hemos venido a hacer una conferencia entre un presidente legítimo, que soy yo, y uno ilegítimo, que es él».
- «Como profesional del teatro estoy indignado con que nos sigan haciendo esta competencia, porque cada vez se superan en la comedia. Es indignante»Vivir aquí es insoportable, yo no sé cómo este señor ha venido aquí pudiendo estar en Marbella».
- «Vivir aquí es insoportable, yo no sé cómo este señor ha venido aquí pudiendo estar en Marbella».