Ana Rosa paró el encendido debate de su programa durante un minuto este 23 de marzo de 2018. La presentadora de Telecinco quería hacer una reivindicación que llevaba guardada desde hace tiempo:
Tengo que decir una cosa. Como todo el mundo ya parece, incluso para la CUP, que el procés ha muerto. Yo simplemente quiero decir que compañeros nuestros cuando yo abrí este programa el día de los mensajes de Puigdemont y dije que el procés había muerto, se cachondearon durante muchas semanas. Hoy yo les digo que se sigan riendo, que ahora a lo mejor la que se ríe soy yo. Brutal exclusiva de Ana Rosa que lo cambia todo con Puigdemont a la deriva.
Es que he tenido que escuchar muchas cosas. Fue alguna compañera fundamentalmente, y me extraña, porque es una compañera que cambia constantemente de posición…
«¡Esa no es tu compañera!» remataba con saña Eduardo Inda.
Dado que los independentistas puros de TV3 fueron los que más insultaron con auténticas burradas de pura rabia a la presentadora de Telecinco, y que ella les contestó en su día, además de que esos nunca cambian de postura como dijo Ana Rosa, quedan descartados. Desde la redacción de Periodista Digital, después de mucho debatir, hay una apuesta clara por una periodista en concreto a la que se referiría Ana Rosa Quintana. La contundente respuesta de Ana Rosa a los rabiosos que la insultan por su exclusiva: «No son periodistas sino activistas y machistas».
La locutora de Onda Cero, Julia Otero, que desde el minuto uno se desmarcó del ‘fin del procés’ con todo tipo de teorías trasnochadas. Presa del pánico del final de Puigdemont o presa de los celos, pero esta periodista fue una de las más críticas descaradas contra la exclusiva de Ana Rosa que dio un golpe mortal a la candidatura de Puigdemont a repetir como President de la Generalitat. Julia Otero, presa de un ataque de celos, pone en solfa la exclusiva de Ana Rosa Quintana con su pillada a Comín:
«Esto se ha terminado, los nuestros nos han sacrificado». Después de la suspensión de la investidura, esta conversación captada por un cámara de Telecinco entre Carles Puigdemont y su exconsejero Toni Comín parece reconocer la derrota de esa estrategia independentista. Pero mientras unos celebran la muerte del procés hay quien defiende que esa filtración no es el fin del procés, sino que se trata de procesismo en estado puro.