La aparente sensibilidad social de Atresmedia implica hacer la vista gorda frente a los atropellos de sus directivos
Durante esta semana José Antonio Griñán comparecía por los EREs, aumentaba la tensión o Siria , pero para la cadena de Javier Bardají, director general de Atresmedia, el único tema merecedor de sus portadas de inicio del programa en ninguno de los cinco días de la semana.–Eduardo Inda dinamita el aquelarre de Atresmedia contra Cifuentes sacando el listado de fraudes podemitas–
Javier Bardají, que como periodista de El Mundo publicó tantos reportajes apasionantes sobre las ‘cocinas’ de distintos medios de comunicación, bien podría hoy dedicar alguno a la cadena de la que sigue siendo uno de sus principales directivos Atresmedia cuya principal cadena, laSexta, mantiene una obsesiva campaña contra Cristina Cifuentes.–El marido de Susanna Griso mete en un lío a Atresmedia al llamar al Rey Felipe VI «capullo»–
Porque nadie duda del bochorno que ha supuesto el caso de la master de la presidenta de la Comunidad de Madrid que puede costarle su reelección e incluso su permanencia en político. La cobertura que está dedicando Atresmedia a todo este asunto es sospechosa.–Paliza de Mediaset: el sectarismo de laSexta le sale muy caro a Atresmedia–
En una semana marcada por la tensión diplomático entre España y Alemania por la situación del prófugo Carles Puigdemont, por la tensión en Siria tras los ataques químicos del 7 abril y el 11 de abril el ex ministro y ex presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, comparecían ante los tribunales de justicia.–La obsesión de Atresmedia: laSexta dedica medio informativo y media parrilla al ‘caso Cifuentes’–
¿Pero con qué ha abierto Antonio García Ferreras en su programa ‘Al Rojo Vivo’ durante todos los días de la última semana?
Repasemos:
AL ROJO VIVO
Primera frase pronunciada por Ferreras cada uno de los días nada más pasar la cortinilla:
Lunes 9 – «Buenos días, Cristina Cifuentes sigue sin dimitir»
Martes 10 – «Buenos días, primera dimisión por el Master Gate de Cristina Cifuentes. Y no es Cifuentes. Acaba de dimitir una subdirectora de la Universidad».
Miércoles 11 – «Buenos días, Cristina Cifuentes sigue sin dimitir».
Jueves 12 – «Buenos días, Cifuentes sigue sin dimitir y hoy hay novedades sobre su currículo falseado».
Viernes 13 – «Buenos días, Cristina Cifuentes sigue sin dimitir un día más».
Cifuentes, Cifuentes y Cifuentes. ¿No pasa nada más en España? ¿Es tan importante el master de la presidenta de Madrid sea el tema central todos los días? Veamos la primera frase de cada edición de ‘La Sexta Noticias’ de la última semana:
LA SEXTA NOTICIAS
Lunes 9 – «Se lo estamos contando. Ciudadanos exige la dimisión de Cristina Cifuentes».
Martes 10 – «Primera dimisión por el caso Cifuentes»
Miércoles 11 – «Cristina Cifuentes ha reaparecido. Va a dimitir en cuanto Rajoy se lo pida».
Jueves 12 – «Mensaje de Cristina Cifuentes en el pleno de la Asamblea de Madrid»
Viernes 13 – «Suspendido el profesor Álvarez Conde, director del master de Cristina Cifuentes»
Es decir, absolutamente todos los días de la semana laSexta ha abierto sus informativos el caso Cristina Cifuentes. A lo que se ve la declaración de de José Antonio Griñán por el caso de los EREs (por el que se pide una pena de 6 años de cárcel por un caso de corrupción) no son suficientemente importantes como para abrir con ello.
Diferente fue el rasero cuando se trató de la declaración de Francisco Camps, y eso que él era como testigo y sin afrontar, aún, ninguna acusación formal de corrupción.
¿Si el ahora militante de Ciudadanos, Javier Bardají, que escribía sobre medios en ‘El Mundo’ tuviera ahora que analizar la forma de comportarse de Atresmedia lo hubiera considerado una elección inocente o hubiera titulado «campaña de Atresmedia contra Cifuentes»? Pues eso.
El conglomerado mediático de Silvio González y Javier Bardají, militante destacado de Ciudadanos, da lecciones de progresismo mientras sus directivos engrosan sus chequeras sin ningún tipo de pudor.
La aparente sensibilidad social de Atresmedia implica hacer la vista gorda frente a los atropellos de sus directivos, una actitud hipócrita que encubre el verdadero interés de una cadena cuya única ideología es la de ganar pasta a todo costa.