Tiempo atrás en el programa que dirige Sonsoles Ónega, la hija del que fuera jefe de prensa de la Guardia de Franco, entrevistaba en su programa a Pilar Gutiérrez que pasa por ser la mujer más «franquista» de España.
En su rifirrafe con Cristina Fallarás, Gutierrez recordó a la esperpéntica periodista, gran beneficiada en Telemadrid, que su abuelo había sido un coronel de Franco y no precisamente de los más caritativos tras la Guerra Civil. —Fallarás se va llorando del plató de ‘Ya es mediodía’ cuando le recuerdan que su abuelo fue un franquista de tomo y lomo—
-«Aquí no se le recuerda el pasado a nadie», cortó en seco Sonsoles Ónega.
Debió darse cuenta la directora que por ahí iba por mal camino porque todo el mundo sabe el historial de su padre, Fernando, que ha pasado de defender a Franco y sus últimas sentencias de muerte que justificaba en el diario ‘Arriba’ [del que era editorialista y subdirector] a ser muy comprensivo con los independentistas (La Vanguardia) y defender al gobierno Sánchez (su otra hija, Cristina, ha sido nombrada directora del Canal 24H (TVE) a la llegada del gobierno social/comunista).
Fiel a su estilo aterciopelado que le ha reportado presencia continúa en los grandes grupos de comunicación como «maestro», Ónega firmaba con el pseudónimo ‘Marcello’ cuando era prácticamente el único periodista que defendía la condena a muerte y luego ejecución de terroristas de ETA Y FRAP.
Ya todo el mundo sabe que su juventud estuvo fuertemente vinculada a la Falange de Franco (la del poder, no la heterodoxa) y rindió visita al Caudillo, vestido de camisa azul, en una foto histórica recogida en el libro ‘Falangistas’ de Gustavo Morales que el siempre ha intentado olvidar.
En un artículo del ‘Arriba’ al dia siguiente de la muerte de su adorado Caudillo:
«….En el Arco de Triunfo de la Moncloa, donde la ciencia le rinde homenaje a las Fuerzas allí vencedoras, Madrid despidió a Franco. Despidió su cuerpo, porque su sentido de la vida, de la política y, sobre todo, de la eficacia, que ahora pasaban al reino de la Historia, quedaría grabado para siempre en aquellas gentes que con tanta devoción, cariño y agradecimiento ahora le despedían…»
Antes, en su aprendizaje del franquismo, había pasado por la jefatura de prensa del Movimiento en La Coruña, jefe Nacional de Prensa de la Guardia de Franco y asesor político de esta institución franquista. Después vinieron los lametazos al Rey y el «puedo prometer y prometo».
Cristina Ónega, Fernando Ónega y Sonsoles Ónega.
Don Fernando es un hombre que se mueve como pez en el agua en los pasillos del poder. Eso pudo haber influido en el hecho de que sus hijas Sonsoles y Cristina hayan ascendido a puestos de mando en Mediaset y RTVE con la llegada del Gobierno Sánchez.
Sonsoles pasó de la noche a la mañana de ser corresponsal en el Congreso a tener programa propio en Telecinco como presentadora del ‘Ya es Mediodía’. Cristina dejó su puesto en la dirección de la Comunicación del CGPJ para volver a RTVE por la puerta grande con el cargo de directora del Canal 24 Horas.
Ambas son muy beligerantes contra el franquismo. Sonsoles le recordaba estos días a Javier Navascués, un periodista católico defensor del régimen franquista, que Franco había sido «dictador» mal que le pese. Y su hermana Cristina está convirtiendo en el 24 horas en La Tuerka como pudo verse en el programa de Marc Sala.
Lo que resulta chirriante es escuchar la voz pausada y moderada de Fernando Ónega apoyar la inmersión lingüística o clamar contra el franquismo desde el grupo mediático Atresmedia, el más beligerante en el tema de la exhumación de Franco, conociendo el pasado de camisa azul del periodista gallego.
Para otro día dejamos su campaña a favor de las hipotecas del Banco Pastor con su foto en las grandes vallas publicitarias y sus opiniones luego en programas televisivos cargando contra la banca o sus coqueteos con el poder separatista catalán en sus columnas en La Vanguardia. Si Franco levantara la cabeza…
