En la Casa Real ha sentado muy mal un irreverente gesto de la campeona española, nacida en Cataluña, Ona Carbonell, que se ha pasado (al parecer deliberadamente) el protocolo por el forro de sus caprichos y ha hecho lo que está prohibido en una recepción oficial con los Reyes: negarles la reverencia e incluso la mano y ‘cascarles’ dos besos, tanto al Rey Felipe VI como a la Reina Letizia.
Previamente al ‘incidente’ en La Zarzuela comunicaban la recepción de la deportista invitada: “Don Felipe y Doña Letizia han recibido en audiencia en Palacio a la nadadora y campeona del mundo, Ona Carbonell Ballestero. Tras los mundiales de Corea del Sur ha logrado 23 medallas mundiales, convirtiéndose en la deportista con más medallas mundiales de natación y a solo 2 de Michael Phelps”.
Una sencilla nota que evitaba la polémica, pero la realidad es que, de puertas para adentro de Palacio, ha sentado a cuerno quemado el gesto que consideran como “nada involuntario” de Carbonell. Según han explicado a Periodista Digital fuentes próximas a La Zarzuela, en la Casa Real han relacionado directamente esta tremenda irreverencia con unas declaraciones de Ona Carbonell que en varias ocasiones ha manifestado que “si hubiera escoger entre la selección española y la catalana, escogería a la catalana”.
Lo cierto es que el mal gesto de Carbonell no ha pasado desapercibido y son muchas las críticas que está recibiendo el comportamiento de la independentista.
Han sido muchos los comentarios con duros ataques y críticas en las redes sociales con Ona Carbonell por su premeditada y provocadora actitud . “Si no quiere ser educada y seguir el protocolo, que no vaya a la Recepción”, comparten muchos usuarios de las redes. Desde luego son muchos los comentarios más subidos de tono y los recordatorios de las tendencias “golpistas” de la laureada nadadora.
Y en la prensa se ha tratado de suavizar un incidente que no ha pasado precisamente desapercibido. “Los nervios le traicionaron y se echó a los brazos de los reyes para darles dos besos como si de dos amigos se tratasen”, dicen algunas crónicas mientras otras apuntan a que “Carbonell estaba visiblemente nerviosa y cometió uno fallo grave, según lo califican expertos de protocolo”. Los más severos criticaban a Carbonell con calificativos como “la nadadora estaba fuera de su elemento”.
Pero, en general, se ha intentado silenciar en los medios de comunicación y no relacionar el irreverente, inadecuado e irregular comportamiento de Ona Carbonell con sus ideas independentistas.
