El conseller de Interior, Felip Puig, ha asegurado que no ve mal que Òmnium Cultural haya propuesto la insumisión fiscal y avala que actúe de «hooligan» con planteamientos de este calibre porque alza la voz para evidenciar el malestar de la sociedad civil catalana.
En una entrevista a Europa Press, Puig, que también en socio de Òmnium, ha puntualizado que como Govern el gran propósito para el próximo año es conseguir el pacto fiscal que permita gestionar los propios impuestos y equilibrar las finanzas.
No obstante, ha aplaudido sugerencias como las de Òmnium porque entiende que sirven para tensionar y tener complicidades de parte de la sociedad civil: «Me parecen propuestas que entidades como Òmnium pueden hacer y deben hacer».
El conseller ha insistido que la prioridad del Govern de Artur Mas es dar una respuesta y solución política, aunque observa «con cierto interés» estas declaraciones de «calado provocador» realizadas esta semana por la presidenta de la entidad, Muriel Casals.
Puig ha explicado que el Govern tiene su propio camino trazado y ha avisado que los gobernantes españoles, se llamen ‘marianos’ o ‘alfredos’, deberán tener en cuenta las exigencias de Cataluña, como país que no se rinde.
Sobre si el ansiado pacto fiscal será factible ante una eventual victoria del PP en las generales, Puig ha aseverado que Mariano Rajoy sabe que debe evitar malos mayores; «deberá calcular qué consecuencias pueden tener según qué decisiones y estoy convencido de que lo harán».
En este sentido, ha reiterado que espera que haya mayores dosis de inteligencia en la política española porque la voluntad de Cataluña es alcanzar un pacto, aunque, según Puig, «el tiempo y la paciencia se acaba».
El conseller también ha reconocido que no le apasionaría en absoluto una mayoría absoluta del PP, y menos al estilo que José María Aznar imprimió en el 2000, «un escenario muy malo para Cataluña».
