Presenta en PD 'Desde Santurce a Bizancio: el poder nacionalizador de las palabras' (Ed. Encuentro)

Jesús Laínz: «Muchos nacionalistas preferirían dejar de comer antes que dejar desmontar las embajadas catalanas o vascas en el extranjero»

"La izquierda española ha hecho el trabajo de destruir la conciencia nacional española"

Bizkaia, Gipuzkoa y Araba’ son el último trofeo de la manipulación nacionalista conseguido por el PNV en pago a sus bajadas de pantalones con Zapatero. De esta y otras tentaciones totalitarias habla el último libro del ensayista Jesús Laínz  ‘Desde Santurce a Bizancio: el poder nacionalizador de las palabras’ (Ed. Encuentro) donde demuestra la gran fuerza simbólica de las toponimias:

«En España los nacionalistas consideran que hay que marcar el territorio. Y para ello, nada mejor que la toponimia»

«Quien controla la lengua, controla el factor nacionalizador. Durante mucho tiempo los nacionalistas se aferraron a la cuestión de la historia, pero si han dado cuenta que el poder de convicción de las masas de la lengua es mayor. Por ello insisten en la lengua como factor de nacionalizador e incomunicación».

Natural de Santander (1965), el autor de ‘Adiós, España. Verdad y mentira de los nacionalismos’, ‘La nación falsificada’ y ‘España desquiciada’ demuestra como la ingeniería lingüística que han aplicado tanto los gobiernos como los gobernados a los largo de los dos últimos siglos como herramienta predilecta para las megalomanías identitarias.

Laínz reconoce el buen trabajo de los nacionalismos para conseguir la secesión, pero además de eso, hay otros culpables, que serían la izquierda y la derecha.

La izquierda española ha hecho el trabajo de destruir la conciencia nacional española, mientras la derecha deja hacer, como siempre. No se entera de las cosas. Creen que con gestionar bien, se gobierna bien.

Se ha conseguido inculcar un odio en España en gente que no es separatista. Ha tenido que salir Bono a decir la perogrullada de que la izquierda española tiene que empezar a decir ‘Viva España’. Es una barbaridad que haya tenido que decir eso. Que el partido que representa a la mitad de los españoles tenga ese complejo antiespañol es tan grave como el hecho de que exista separatismo.

De aquí a unos pocos años, viviremos una situación de crisis verdaderamente grave, con un órdago de independencia.

El escritor no duda en comparar el nacionalismo vasco y la figura de Sabino Arana con la exitosa literatura de Tolkien, para bautizar la ideología del PNV como ‘El Señor de los anillos vascos’:

Es una nación inventada, con una historia inventada, con unos enemigos inventados, con una lengua inventada, el neo-vascuense, de bandera inventada y de nombres inventados.

Laínz entiende que se debe acabar con el mito de la represión lingüística vivida durante la dictadura franquista pues «se comete la falsificación de confundir la no oficialidad con persecución».

En ese período sólo existió una lengua oficial, como ha ocurrido en Francia durante todo el régimen democrático, pero se publicaron decenas de miles de libros en todas las lenguas regionales.

EL CHOLLO DEL NACIONALISMO LINGÜÍSTICO

Durante décadas se ha gastado riadas de dinero en embajadas catalanas en el extranjero, en selecciones deportivas… en tótems identitarios absolutamente inútiles, mientras hay listas de espera en hospitales.

La inmoralidad de gastar el dinero que no se tiene, en tonterías como estas en lugar de hacerlo en el bienestar de los ciudadanos , me parece criminal. Y de esto pecan todos los partidos políticos. Sería una pena que tuviera que ser la economía la que obligara a recuperar el sentido común.

Aunque seguramente muchos nacionalistas preferirían dejar de comer antes que dejar desmontar las embajadas catalanas o vascas en el extranjero.

Con la colaboración de Juande Prado.

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Autor

Irene Ramirez

Irene Ramirez. Responsable de campañas en Grand Step. Fue redactora de Periodista Digital entre 2012 y 2013.

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