El candidato a lehendakari por UPyD, Gorka Maneiro (San Sebastián, 1974), es diplomado en Empresariales y en los últimos años ha compatibilidad su labor como diputado autonómico con sus estudios, que todavía cursa, de Ciencias Políticas.
Es antiguo colaborador de ¡Basta ya! y militó en el PSE durante cinco años, antes de afiliarse a Unión Progreso y Democracia en 2007.
Maneiro se ha reunido con Periodista Digital para hablar sobre la situación de la política vasca en la actualidad.
«El balance [de la etapa de gobierno constitucionalista en el País Vasco] es de fracaso absoluto. En el año 2009 nos enfrentamos a unas elecciones muy importantes que tenían como objetivo fundamental que el nacionalismo vasco, y que las políticas nacionalistas nacionalistas, pasaran a la oposición para, a partir de ahí, aplicar otro tipo de políticas. Políticas constitucionalistas».
Nosotros dimos nuestro apoyo inicial al lehendakari [López] para impulsar esos cambios, pero enseguida vimos que no se iban a impulsar. El resultado ha sido absolutamente desolador. Se ha dejado pasar una oportunidad histórica».
Ya tanto es así que lo que se nos viene encima va a ser seguramente un crecimiento importante del nacionalismo. Sobre todo como consecuencia de que el Partido Socialista de Euskadi y el Partido Popular han fracaso y han lanzado un mensaje a la sociedad de que ‘nosotros no queremos llevar a cabo los cambios que se requerían’.
POLÍTICAS NACIONALISTAS DE PSE Y PP
«Durante estos tres años, los vascos hemos pagado religiosamente nada más y nada menos que 450.000 euros a las ikastolas francesas, con el apoyo del Partido Popular y del Partido Socialista de Euskadi. Nosotros llevamos una iniciativa al Parlamento para acabar con estas ayudas y ellos votaron en contra».
Es decir, todo eso que ellos criticaban antes, que parecía que eran auténticos disparates, tres años y medio después se mantiene. Y se mantiene porque ellos han decidido que se mantenga.
«Y como eso, muchísimas cosas: la política lingüística, el entramado institucional vasco, las empresas públicas y semi públicas, que siguen existiendo; los medios públicos de comunicación».
No ha cambiado prácticamente nada, y no ha cambiado porque ellos no han querido. Ellos ya no son un bloque constitucionalista. Son sobre todo partidos que han terminado siendo abducidos por el nacionalismo vasco.