Cuando faltan tres días para las elecciones catalanas, Salvador Sostres ha conversado este 22 de noviembre de 2012 con Periodista Digital sobre las informaciones que ha venido publicando El Mundo sobre las supuestas cuentas de la familia Pujol y Artur Mas en Suiza, así como sobre cómo puede afectar este asunto a los resultados electorales.
«Yo no soy policía y no he hecho las investigaciones, con lo cual no sé si los datos concretos que dan son exactamente estos o no. He de suponer que si la policía lo dice y El Mundo lo saca debe de ser así. La policía es fiable y, sobre todo, El Mundo hace ese tipo de investigación de forma muy fiable. Esto por lo que refiere a la credibilidad. El Mundo tiene un equipo de investigación muy serio, con lo cual tengo que dar credibilidad».
Si me sorprende la respuesta es no. En Cataluña, de todos es sabido que el ex presidente Pujol había designado a su hijo mayor, Jordi, para que se ocupara de los negocios del partido y de la familia. Entonces, que Pujol o su familia tengan dinero en el extranjero fruto de negocios hechos a través de concesiones, en fin, de todas estas cosas relacionadas con el poder, a mí no me sorprende lo más mínimo.
«Me sorprende en cualquier caso que no haya salido hasta ahora».
IMPUNIDAD DE LA CORRUPCIÓN
«Ahora estoy escribiendo un artículo que empieza diciendo que así como en 2004 un sector de la izquierda quiso responsabilizar a Aznar de los atentados de Atocha, como si fueran culpa de que Aznar hubiese tomado la decisión legítima de participar en una guerra, ahora aquí en Cataluña todo el mundo dice que esto es juego sucio. Como si el juego sucio fuera denunciar a alguien que roba y no robar».
«En Cataluña el nacionalismo ha practicado un victimismo y un discurso tan extraño, tan sectario, que ya depende de quién haga las cosas. Si esto hubiese sido un asunto de corrupción que afectase al PP, a PSC o a Ciudadans, esto hubiese sido un gran escándalo y lo habrían publicado La Vanguardia o el Avui. Nadie habría dicho que es juego sucio, habrían dicho que los del PP, o los del PSC o los de Ciudadans son unos ladrones. Pero como lo publica El mundo y es sobre Convergencia, entonces es juego sucio.
En Cataluña pesa más el quién lo hace que lo que hace. Y pesa más el nosotros que la calidad. Muchas veces preferimos algo que sea nuestro que algo sea bueno, entonces la calidad se ha olvidado. Y por eso Cataluña con el tiempo ha ido cayendo en una cierta mediocridad que antes no tenía.
DIFERENCIAS CON EL CASO BANCA CATALANA
«Envolverse en la bandera no le va a funcionar porque lo está haciendo muy mal. Si lo hubiese hecho bien, si hubiese tenido un director de campaña bueno y no esta porquería que tiene ahora, igual le hubiera funcionado. De hecho, a Jordi Pujol le funcionó durante el proceso de Banca Catalana y sacó la mayoría absoluta más impresionante que ha sacado nunca un candidato a la Presidencia de la Generalitat. Sacó 72 diputados en 1984, cuando estalló aquel asunto».
«Ahora es un poco distinto que entonces por dos motivos. Primero porque la campaña de Mas está llevada por una colección indecente de indocumentados. Y segundo porque, así como en 1984 recién estrenada la democracia la gente tenía muchísima confianza en los políticos y muchas ganas de política y había espacio para héroes, creo que ahora la clase política ha caído en un total descrédito. Y el desprecio que mucha gente siente por los políticos es precisamente despreciable, porque si no hay políticos hay dictadura».
Aparte, la sombra de la corrupción acecha. Cualquiera por ser político es casi sospechoso, o incluso casi culpable, de corrupción, con lo cual el caldo de cultivo no es favorable como en 1984 para que funcione la estrategia de envolverse en la bandera.
«Como mínimo ayer [21 de noviembre de 2012], y no sé si hoy seguirá, me llamaron un par de amigos para decirme que les habían llamado por teléfono para hacerles una encuesta para preguntarles si las informaciones de El Mundo iban a variar su voto, y en qué sentido. Da la idea de que alguien espera que sea así».
RESPUESTAS DESDE LA VANGUARDIA
«Era totalmente previsible [que desde La Vanguardia y otros medios se atacaran las informaciones de El Mundo]. La Vanguardia no hubiera sacado nunca una noticia así porque, más que nada, no tiene equipo de investigación. Como se dedica simplemente a escribir lo que le dicta el Gobierno del que cobra, simplemente no lo hubiese sacado».
«Pero haciendo un esfuerzo mayúsculo de investigación, casi de ciencia ficción, imaginando que La Vanguardia por una vez, por un día, investigara algo y hubiese sacado un asunto de corrupción relacionado con el PP o con el PSOE, nadie hubiese reaccionado de este modo tan absurdo: matando al mensajero y sin preguntarse en ningún momento si los contenidos de las informaciones son ciertos, o hasta qué punto lo son, y sin preguntarse en qué medida son culpables las personas que aparecen y a las que se les atribuye todas estas actuaciones».
La prensa catalana en mayor o menor grado, el mayor grado es La Vanguardia, está toda subvencionada. Obedece a quien paga. La Vanguardia es un escándalo, pero el Ara, Avui y El Periódico reciben todos subvenciones sin las que difícilmente podrían sobrevivir. La Vanguardia, en ningún caso, y los demás en la medida que las reciban.