Autor de 'Goles y banderas. Fútbol e identidades nacionales en España'

Alejandro Quiroga: «Es un error equiparar el concepto de nacionalismo con el del Barça»

"Los sectores más conservadores del PNV veían al fútbol a principios de siglo XX como una amenaza"

El término de 'la furia' lo utilizó por primera vez la prensa extranjera para definir nuestro juego en sentido peyorativo

Alejandro Quiroga, profesor de Historia de España en la Newcastle University e investigador Ramón y Cajal en la Universidad de Alcalá de Henares, ahonda en la idea de la formación de estereotipos nacionales -y nacionalistas- a través del fútbol en ‘Goles y banderas’, su último libro que presenta en Periodista Digital.

TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA ENTREVISTA CON ALEJANDRO QUIROGA:

Caló bastante la idea de que [antes de 2008] la selección española solo encadenaba fracasos debido a que las divisiones territoriales se proyectaban en el juego del equipo. Fue una idea que recogió la prensa británica y alemana y que luego compramos aquí.

En el libro se da un diálogo de los estereotipos que se dan en el extranjero, cómo se recogen en España y cómo posteriormente se proyecta al extranjero de nuevo. El término de ‘la furia’ se creó en las Olimpiadas de Amberes, donde la prensa extranjera habla de la furia con la que juegan los españoles en sentido peyorativo.

La prensa española reconvirtió el término de ‘la furia’ en coraje, pasión…para darle el sentido positivo

Los sectores más conservadores del PNV consideraban al fútbol como un deporte liberal y extranjero y lo veían como una amenaza, si bien el sector urbano lo consideró como una oportunidad e intenta controlar el Athletic de Bilbao desde muy pronto

Franco intentó vincularse lo máximo posible a las victorias europeas del Madrid pero se dio el caso de algunos jugadores y directivos que supieron separar lo que era España del Régimen. Además, había muchos emigrantes exiliados, claramente antifranquistas, que iban a ver al Madrid cuando jugaba fuera y a apoyarle

Los gobiernos de González, al igual que los anteriores, también intentaron vincularse a los éxitos del deporte. El primero que llama a los jugadores de España, aún en el vestuario, tras el 12-1 a Malta, es él. Eso sí, lo de poner el logo del PSOE durante los goles de Butragueño en Querétaro es una manipulación escandalosa de los medios públicos

El fútbol también ha servido para hacerse ataques de tipo político con muchísimo dinero en juego, como hemos visto en la Primera y en la Segunda guerra del fútbol

Con el gobierno de Zapatero hubo un decreto sobre los contenidos que debía tener RTVE donde abiertamente se dice que hay que fomentar la imagen de la nación española y también de la Casa Real

Ya desde 1919 hay un vínculo entre el catalanismo y el Barça. El club ya apoyó la petición de estatuto de autonomía de Cambó después de la Primera Guerra Mundial. Sin embargo creo que es un error igualar el concepto de de nacionalismo con el del Barça. Realmente el Barcelona tiene múltiples capas de identidad. El ex presidente Nuñez se refería al Barça como ‘equipo español’ y no pasaba nada.

El Barça tiene una capa de integración de inmigrantes de fuera de Cataluña que se han identificado con el Barça y no necesariamente son nacionalistas. Además, tiene la capa como equipo español fuera de Cataluña, hay más peñas fuera de Cataluña que dentro. Otra cosa son las directivas

El Barcelona durante la Transición y el último franquismo tenía presidentes que abiertamente se sentían catalanes y españoles. La españolidad no era problemática. Núñez no acabó de encajar con la gente de CiU. Joan Gaspart es una persona del PP.

Después, Laporta venía de un partido independentista muy pequeño pero con el respaldo de ERC. Es cierto que Lluís Bassat era el hombre del ‘establishment’ y tenía el apoyo de CiU pero acaba siendo derrotado. Rosell al principio intenta distanciarse del soberanismo pero al final en muchos gestos se acaba vinculando a él. Creo que no era una cuestión de convicciones personales sino más de subirse al carro.

En el País Vasco había un discurso de la espiral del silencio respecto al terrorismo de ETA. El Athletic de Bilbao está más vinculado al PNV que la Real, que no ha tenido directivas tremendamente políticas. Durante años se negaban a guardar minutos de silencio por las víctimas por no querer mezclar el fútbol con la política mientras sí que se celebraban las reivindicaciones nacionalistas.

En las celebraciones de los triunfos de la Selección de 2008 a 2012 que se dieron en el País Vasco también hubo agresiones a varios seguidores. Si bien el terrorismo de ETA ya no está a cultura de la violencia tardará bastante más en desaparecer.

Tanto en la sociedad vasca como en la catalana se han dado desde la Transición las dobles identidades y eso no ha sido problemático. Esa identificación con España se pudo observar a nivel público con las victorias de la Selección. En una encuesta en el diario Ara, de corte nacionalista, que preguntaba entre aquellos que apoyaban la independencia, un 60% también dijo que apoyaba a la Selección.

SINOPSIS DEL LIBRO ‘GOLES Y BANDERAS’:

El fútbol es el deporte más popular del planeta y un mecanismo universal de creación de identidades colectivas. Este libro analiza el uso del balompié para producir, moldear y promover identidades nacionales en España desde principios del siglo xx hasta nuestros días. En estas páginas se estudia cómo se han fomentado distintos relatos y estereotipos nacionales españoles, catalanes y vascos, a través del fútbol. Se muestra la naturaleza cambiante y artificial de la mitología nacionalista y se destapan los intereses que, a menudo, se esconden tras la propagación de narrativas patrióticas. De la España de la furia y el eterno fracaso a la Roja campeona de todo en un país profundamente deteriorado por la crisis económica y las tensiones territoriales, la obra descubre cómo los cambios sociopolíticos han ido moldeando unas narrativas futbolísticas que refuerzan las identidades nacionales en un mundo cada vez más globalizado.

 

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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