Las manos del «cambio» vienen con la palabra odio tatuada en sus nudillos y claman venganza como las del concejal de las CUP, Josep Garganté, los que auparon a Ada Colau a la alcadía de Barcelona.
El diario La Vanguardia recordaba el 27 de mayo 2015 que Garganté fue condenado por romper una cámara de TV3 en 2012 y sancionado con una multa de más de 5.000 euros. —El tercer concejal de la CUP en Barcelona fue condenado por romper una cámara de TV3—
Josep Garganté, que acaba de ser elegido estas municipales como tercer concejal de la candidatura CUP-Capgirem Barcelona en el ayuntamiento de la capital catalana, fue condenado en febrero de 2012 a pagar más de 5.000 euros a TV3 por un delito de daños intencionados, por la rotura del objetivo de una cámara de la televisión pública «con un objeto contundente» durante la huelga general del 29 de septiembre de 2010.
La Vanguardia recuerda su trayectoria como sindicalista de la TMB y que formó parte de las listas de Iniciativa Internacionalista, sucesora de Batasuna, a su vez ilegalizada por sus vínculos con ETA. [El Tribunal Supremo anuló el 16 de mayo de 2009 la candidatura, estimando las acusaciones de la Fiscalía General y la Abogacía del Estado en el sentido descrito. Sin embargo, el Tribunal Constitucional estimó el amparo solicitado por la candidatura y anuló la decisión del Supremo, por lo que finalmente ésta pudo concurrir a las elecciones al Parlamento Europeo de ese mismo año].
En la trayectoria como sindicalista de Garganté destacan su papel en el comité de huelga de TMB de 2007-2008 para la aplicación de los dos días de descanso semanal previstos en el convenio colectivo, así como su participación en la campaña a favor de un conductor sancionado. Por esta última reivindicación un directivo de la empresa le llevó a juicio en diciembre de 2012, junto a otro integrante de la COS, por divulgar una conversación privada entre el denunciante y el trabajador afectado. Ambos fueron absueltos. Ha participado en varios libros sobre sindicalismo y forma parte del secretariado de la CUP desde marzo de 2013. En las elecciones europeas de 2009 ocupó el tercer lugar de la candidatura Iniciativa Internacionalista-La Solidaritat entre els Pobles y en las elecciones catalanas de 2012 fue 15º en la lista dela CUP-Alternativa d’Esquerres per Barcelona.
La extrema izquierda ha entrado a los ayuntamientos cumpliendo el primer mandamiento de Podemos: «El miedo tiene que cambiar de bando». Y miedo fue lo que vivieron los concejales de Ciudadanos al ser insultados y amenazados cuando salían del pleno del Ayuntamiento de Madrid. Así lo reflejó la portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, en Twitter:
Miedo fue también lo que sintieron Xavier Trias (CiU), Carina Mejías (C’s) y Alberto Fernández Díaz (PP) y Esperanza Aguirre (PP) al ser pitados y abucheados durante sus discursos. Así daba cuenta de ello Álvaro Colomer en el diario El Mundo —La ciudad recupera la herejía–:
Lo que sí que se expresa de un modo evidente es el rencor que los congregados sienten hacia la derecha política, el cual se manifiesta a través de los silbidos y abucheos que ensordecen la plaza durante los discursos de Xavier Trias (CiU), Carina Mejías (C’s) y Alberto Fernández Díaz (PP), así como durante la recepción de Artur Mas a la nueva alcaldesa. De hecho, cuando el president habla frente al micrófono, la pitada es tan atronadora que incluso se puede ver al convergente titubear.
Miedo fue lo que sintieron los concejales de UPN al salir del pleno y escuchar que le gritaban «ahora sí vais a necesitar escolta».
Miedo fue lo que sintieron en el pleno de Elorrio cuando la nueva alcaldesa de Bildu, Idoia Buruaga, con el apoyo de Podemos, recordó uno a uno a los presos etarras oriundos de la localidad vizcaína.
Idoia Buruaga.