1.973 euros brutos mensuales. Ese era el sueldo financiado con fondos públicos del Ayuntamiento de Barcelona que iba a los bolsillos de Ada Colau cuando esta ‘tan solo’ era una activista–Ada Colau negoció comprar el ‘Banco Expropiado’ para regalárselo a los okupas–.
De esta manera, Colau compatibilizó su labor como líder antideshaucios enfrentada a Trias con un sueldo del Consistorio barcelonés–¿Qué se puede esperar de una alcaldesa como Ada Colau que llamó «criminales» a los banqueros e «indecentes» a los policías?–.
Según publica El Mundo, el ex alcalde Xavier Trias subvencionó la contratación de Colau, actual regidora municipal, entre septiembre de 2013 y agosto de 2014 como coordinadora de un proyecto contra los desahucios promovido por el Observatori de Drets Econòmics Socials i Culturals (DESC), la ONG que la empleaba mientras también era portavoz de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca)–La Fiscalía pide investigar a Trías por malversar fondos pagando el alquiler a los okupas del ‘Banc Expropiat’–.
Colau recibía esos 1.973 euros brutos mensuales como parte de un proyecto que el Consistorio de Trias aceptó financiar con 100.000 euros mediante la forma de un convenio suscrito a tres bandas por DESC y la PAH–Félix de Azúa descarga toda la munición: «Ada Colau debería estar sirviendo en un puesto de pescado»–.
Con la subvención del Ayuntamiento también se pagaba el contrato de Gala Pin, una activista que ocupó el séptimo lugar en la lista electoral de Barcelona en Comú y que ahora es concejal de Participación en el Consistorio y de Vanesa Valiño, pareja del número dos de Colau, Gerardo Pisarello, que en la actualidad ostenta el cargo de jefa de gabinete de la Concejalía de Vivienda, un puesto del que fue nombrada a dedo.