Hay que ayudar y favorecer que la justicia siga avanzando sin condicionamientos; espero que esto sirva para salvar a la región de Murcia del tripartito
Estaba condenado desde el momento en que Mariano Rajoy, que es frío como un tempano para estas cosas y conoce la naturaleza del español mejor que ningún otro político, le retiró el apoyo.
Después llegó, hace pocas horas, el cambio en los mensajes que llegaban a Murcia desde la sede del PP en la madrileña calle Génova.
Pedro Antonio Sánchez ha anunciado este 4 de abril de 2017 su dimisión como presidente autonómico de Murcia.
El dirigente, que presidente también el PP regional y contó hasta última hora con el apoyo de sus próximos, cae tras lvarias semanas de tensiones política debido a las investigaciones abiertas contra él por los casos de corrupción Auditorio y Púnica.
En su comparecencia, Sánchez se ha mostrado «muy orgulloso» de su labor al frente del PP y del Gobierno de Murcia y ha agradecido el apoyo recibido.
«Lo que está ocurriendo no es justo, pero está en mi mano evitar que ocurra lo que Murcia no merece».
«Hay que ayudar y favorecer que la justicia siga avanzando sin condicionamientos».
Sanchez ha temido el tripartito, con Podemos, PSOE y Ciudadanos, que podría empezar a gobernar en Murcia.
«Me quita el sueño», ha dicho pero ha asegurado que esa decisión ya estaría tomada.
«Mi renuncia se hace pensando en la gente. Espero que esto sirva para salvar a la región de Murcia del tripartito, porque para eso lo hago, y se eviten las nefastas consecuencias que no quiere el pueblo murciano».
La dimisión llega un día antes de que comenzara la moción de censura a la que iba a enfrentarse los días 5 y 6 de abril después de que el PSOE la presentara, tras varios tira y afloja entre Murcia y Madrid, el 24 de marzo de 2017 y la Mesa del parlamento murciano la admitiera a trámite el día 27.
El día 2 de diciembre, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lorca, Consuelo Andreo, pedía imputar a Sanchez por el ‘caso Auditorio’ al considerar que existían indicios de responsabilidad en las obras de construcción y entrega de esta infraestructura de Puerto Lumbreras cuando era alcalde del municipio. Ahí empezó el baile de ultimatums.
Ciudadanos aseguró que el pacto correría peligro si se confirmaba su imputación y que le exigiría dimitir.
Ante el inmovilismo del murciano, se fraguó entre PSOE, Cs y Podemos la moción que no ha llegado a ser y que avocaba a un tripartito para gobernar Murcia.
