Permítanme de nuevo entretenerles otro rato en esta tercera entrega. Porque el líder de Castilciosa siempre encuentra caminos para llegar a los problemas. La gente de la que se rodea también se lo facilita.
Puchi Cordobés es un maestro para descubrir «celebrities».
Fijémonos en ese grupo que reúne la «materia gris» del «puchitirismo» y que se junta casi siempre de urgencia, porque los asuntos de Puchi son de los que queman las centralitas de los periódicos nacionales.
El lugar de cita del sanedrín del Alcalde no es el Ayuntamiento. Cordobés considera que «las paredes oyen». Por eso, para pasar más desapercibido, prefiere utilizar el apartadillo del bar «El Acueducto», a la vera del caserón municipal.
Allí se reúne un grupo de personas que lo dan todo por Castilciosa. Eméritos hijos. Como Puchi confiesa a su amiga Florinda Chiquetete cuando logran alcanzar momentos de intimidad tras jornadas maratonianas por la comunidad: «Los hombres que me rodean merecen el ‘cardo de plata’ por sus desvelos por los castilciosos». Flori se emociona oyéndole hablar.
De momento, tal distinción municipal no existe. Pero Cordobés cree necesario instituirla para entregarla en las fiestas de San Severino, después de que la banda de música haya tocado el «Banderita» en la plaza de la Constitución.
También se otorgaría el «cardo de oro», aunque tal distinción quedaría reservada para muy ilustres personalidades foráneas… y para el propio Puchi por sus históricas conquistas más allá de Castilciosa.
Pero fijémonos en la fotografía de esos preclaros «prohombres» que Puchi ha laureado para que podamos vivir sin preocuparnos de la vida pública. Son la miel, el azúcar, el almíbar, la melaza del partido de las dos pes de Castilciosa. Hoy bastará una somera mención. No es necesario más. Son artistas del minimalismo.
Tontón Casablana, ese «príncipe de las tinieblas» de triste estampa; Sit Villadecasco, la cigarra que nunca para de «cantar»; Finito Bulto-Aguirroso, simplemente el sobrino del Alcalde y de Tontón; Pedrito Hereu, la «finezza» con la que Cordobés da colorido a su bodegón.
Pero ¡ojo! ¡Que Alfonso Pipas pare las máquinas de «La Prensa de Castilciosa»! Puchi anda abatido estos días. Amenaza incluso con retirarse cuando pasen las fiestas navideñas.
¡Esto es el fin de la democracia! Porque, entendámoslo, lo únicamente democrático en Castilciosa es votar a Puchi Cordobés.
El desánimo no le viene al Alcalde por el abrupto extrañamiento de la esposa del coronel del Castillo. Pese a que la separación sea el doloroso final de las merecidas correrías de Puchi en el Real Sitio.
Tampoco porque sus concejales, uno por uno, vayan a ir pasando las próximas semanas por delante de jueces.
Ni siquiera debido a que Quin Nodo i Una siempre la pifie cuando jura tener el Presupuesto «amarrado» con la oposición. No, no, no.
¿Qué preocupa a nuestro «Gran Timonel»?
Se fue de la lengua mientras paladeaba un sherry en el jardín del sibarita chalet de Florinda Chiquetete en la urbanización «La Selva»:
«Mira, Flori, no soy eterno, por eso monté el tingladillo de las Villas de Casco: para premiar al ‘círculo de hierro’ por sus sacrificios. Unos eurillos de nada. Una compensación para el retiro. No entiendo que los castilciosos, tan ingratamente, me nieguen eso después de todo lo que les he otorgado».
Doña Florinda sufrió un ataque de nervios por la intensidad emotiva de Puchi. El doctor Tinín Galeano dudaba sobre el tratamiento. Pero, la señora de Galeano, Luxury Regadera, prescribió un baño en sales de azahar. ¡Qué espanto!
