Defender la Constitución en España puede costarte un hueso roto o una nariz destrozada. Eso fue lo que le hiceron saber 200 radicales de los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) a Álvaro de Marichalar este 6 de diciembre de 2018 durante el intento de boicot al acto por la Constitución española en Gerona.
Donde prima la omertá como garantía de inmutabilidad, rige la ley del silencio. Es la que han establecido los golpistas al grito de ‘Apretad, apretad…’ como les animó Quim Torra, el presidente de la Generalitat a los cachorros batasunos.
Álvaro de Marichalar es más España que la propia España #DíaDeLaConstitución. pic.twitter.com/pvUNtscU3b
— Nacho del Río (@Naderisal) 6 de diciembre de 2018
Álvaro de Marichalar, que ya tiene más conchas que un galápago, se ha encarado en solitario a los antisistema, que lo han amenazado, pegado, insultado y perseguido, antes que los Mossos d’Esquadra intervinieran.
«El noble, expiloto de combate y ahora empresario ha sido uno de los que ha intervenido en el acto Unidos por la Constitución, al que han acudido representantes del PP, Vox y Centro Izquierda de España. Durante su alocución ha descrito a los independentistas radicales como «nazis y filoestalinistas» y ha defendido la Carta Magna y la unidad territorial. Posteriomente ha defendido que él no busca herir ni combatir a nadie, «a diferencia de los secesionistas radicales, que nos quieren matar», cuenta Cronica Global.
«Apretad, apretad…» Los socios de Pedro Sánchez corriendo detrás de Marichalar para darle una paliza por defender la Constitución. pic.twitter.com/sjQdKDqZaB
— Luis Balcarce (@lbalcarce) 6 de diciembre de 2018
Los miserables de Atresmedia quisieron cargarle el muerto a Marichalar acusándole de ir a provocarles «intentando meterse en la manifestación antifascista» cuando lo cierto es que el piloto se encontró con ellos camino a la manifestación de VOX.
A renglón seguido, los antisistema lo han insultado, acorraldo y perseguido a la carrera.Los Mossos d’Esquadra han cargado por segunda vez y han puesto al aristócrata fuera del alcance de los radicales. Pese a ello, el también excandidato al Congreso de Diputados por Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha recibido algunos arañazos y ha acabado con el pantalón desgarrado.