Un internauta ha dejado un comentario brillante en el blog del periodista Santiago González donde brinda una serie de hipótesis sobre qué hubiera sucedido si el rescate de los mineros le hubiera tocado a Zapatero. —Analogías razonables—
Si se tiene en cuenta el ridículo desplegado por este Gobierno en crisis como el secuestro del Alakrana por piratas somalíes, el accidente de Spanair o el mismo 11-M, estas posibilidades puestas en clave de humor no se tornan tan remotas.
Con semejante prontuario, al final se agradece que el accidente no hubiera ocurrido en tierras zapateriles. La gestión de similares «accidentes» -vocablo que en el dicionario ZP puede llegar incluir algún tipo de asesinato terrorista- se ha caracterizado por ser chapucera, descoordinada y caótica.
En este bienhumorado plan alternativo, se apunta que la primera reacción del devaluado presidente socialista Rodríguez «Sonrisas» Zapatero -como le han bautizado en el blog- hubiera sido negarlo todo y culpar al PP:
En su apoyo aparece la hija de Wenceslao para explicar que hay que eliminar del debate político el rescate de mineros enterrados aunque estos no lo estén, aprovechando para asegurar que el PP sólo quiere llegar al poder como sea.
Luego, comenzaría el «frenesí operativo hacia la nada»: socialistas y sus amiguitos enbuscando una salida solidaria:
En función de estudios sociológicos y globos sonda, se implementan unas medidas que el Profesor Franz de Copenhage hubiera desestimado por idiotas. En toda comunicación pública, se afirma que el PP es el partido del no. Rubalcaba aprovecha el frenesí de esta fase para hacer varias putadas. Blanco habla mucho y dice poco.
Por último, la tercera fase: ante la incapacidad del Gobierno Rodríguez para solucionar el problema, se decide el cambio de denominación de los mineros enterrados:
Se pide respeto para sus familias ante el inminente óbito. Rodríguez porta la cara triste propia de esta fase. Rubalcaba finaliza las putadas pendientes y Maritere le mete un paquete al PP. Descansen en paz los mineros.