Son altos funcionarios, empresarios y muchos están afiliados al partido gobernante

Los etarras en Venezuela tienen empleo fijo, sueldos elevados y se jubilarán a los 60 años

Responsables de 90 asesinatos en España, viven protegidos por Chávez, algunos con escolta, en barrios de clase media

Los terroristas ‘empresarios’ dan trabajo a otros miembros

Al menos 50 etarras residen en Venezuela protegidos y/o empleados por Hugo Chávez. Treinta de ellos llegaron hace dos décadas al país, gracias a un acuerdo entre Felipe González y el entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, pero ha sido el régimen bolivariano el que les ha dado total impunidad.

Al menos medio centenar de etarras residen en Venezuela protegidos y/o empleados por Hugo Chávez. Una treintena de ellos llegaron hace ahora 20 años al país, gracias a un acuerdo entre el entonces presidente español Felipe González, y el venezolano, Carlos Andrés Pérez, pero ha sido el régimen bolivariano el que les ha dado total impunidad y la posibilidad de que algunos de ellos, como Arturo Cubillas Fontán, colaboren activamente con ETA como enlaces entre la banda y las FARC.

Los indicios de esta colaboración han aumentado tras la detención de Iraitz Guesalaga, cerebro informático de ETA, que acudió a Venezuela para impartir cursos de encriptación a las FARC. Otros dos etarras reconocieron recientemente ante el juez que recibieron entrenamiento militar en Venezuela de la mano del extraditado Arturo Cubillas Fontán.

La Gaceta ha hecho un seguimiento exhaustivo de la vida de los etarras en Venezuela, a través de sus documentos oficiales -seguros sociales, registro electoral y afiliaciones a asociaciones y partidos- e informes policiales, pudiendo constatar que muchos de ellos viven un exilio dorado y siguen colaborando activamente con la banda.

El enlace de ETA Cubillas ha sido señalado en numerosas ocasiones como el responsable del entrenamiento de etarras en Venezuela y el nexo entre los terroristas españoles y las FARC.

Su casa en el barrio del Valle Abajo de Caracas, una zona residencial de clase media a sólo 10 minutos del Ministerio de Tierras donde trabaja, es paso obligado de los etarras y simpatizantes de la izquierda abertzale que llega a Caracas.

Cubillas Fontán, responsable de al menos tres asesinatos, ha desempeñado múltiples oficios desde que aterrizó en Venezuela en 1989, desde contable en una empresa constructora hasta hostelero o empleado en la empresa de pescaderías Deusto Mar.

Desde 2005 es, según la Gaceta Oficial de Venezuela, responsable de las expropiaciones de tierras en el país, que han tenido como víctimas a casi 40.000 pequeños propietarios, en buena parte españoles.

Pese a que ostenta un cargo oficial desde hace cinco años, sólo ha cotizado tres. Su sueldo es bastante superior al del resto de los etarras que trabajan en el ministerio favorito de Hugo Chávez.

Su mujer, Goizeder Odriozola, periodista y nacida en Venezuela, fue directora de la revista Irrintzi -revista dirigida al exilio vasco- y ha sido colaboradora de Gara. Odraizola, actual directora general de la Oficina de Información y Relaciones Públicas del Ministerio de Tierras, también ha tenido cargos de responsabilidad en el Ministerio de Presidencia y en el de Educación cuando Adán Chávez, hermano de Hugo, era ministro.

Es una de las duras del régimen chavista y la responsable a través de sus excelentes contactos de que muchos etarras sean funcionarios y cargos públicos del Gobierno bolivariano. María Asunción Arana Altuna, alias Olivia, es la viuda de José Miguel Beñarán Ordeñana, Argala.

Se encarga de dirigir y buscar alojamiento a los etarras refugiados en el país caribeño. Forma parte de las agrupaciones de refugiados y deportados de ETA en Venezuela y mantiene relaciones con el colectivo etarra de relacione internacionales Askapena. Trabaja como
vicedirectora del Instituto Nacional de Tierras y tiene concedida la nacionalidad venezolana.

Arana reside en el distrito centro del Libertador de Caracas, muy cerca de la casa de Cubillas y Odraizola, y comparte abogado con el terrorista. Algunos de los etarras investigados pertenecen al partido oficialista PSUV, como Francisco Xabier Arruti Imaz, que ha sido alcalde encargado de Monseñor Iturriza y actualmente mantiene un cargo político en Chichiriviche.

Otro de los etarras que han huido de la Justicia española y que viven en Venezuela es Pedro Viles Escobar. Reside en Güiria y tiene nacionalidad venezolana. Viles fue el jefe del comando Poeta de ETA. Mató al empresario Rafael Vega Gil por no pagar el impuesto revolucionario.

Tras exiliarse a Venezuela creó la factoría de comercialización de pescado Deusto Mar, en la que ha trabajado Cubillas. Posteriormente regentó Sotera, beneficiándose de cuantiosas
subvenciones del Estado venezolano. Viles ha dado cobijo a otros etarras como Miguel Ángel Aldana Barrena o José Lorenzo Ayestarán, que posteriormente entró a servir al Instituto Nacional de Tierras y que finalmente fue detenido en febrero del año pasado en Francia.

Originalmente publicado en La Gaceta

 

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