Rajoy pasará a la historia como persona seria. Ahora trata de taponar la herida para que el enfermo no se le vaya, pero luego lo pondrá a andar. Tiene mucho tiempo por delante
Quizá usted no haya oído hablar jamás de Pedro Arriola. O tal vez su nombre le suene vagamente, como uno de aquellos apellidos que deambulan sueltos por nuestra memoria sin que podamos recordar qué cara tienen ni dónde los escuchamos por primera vez.
No se culpe por ello. Pedro Arriola no da ruedas de prensa. No sale en fotografías. No concede entrevistas. No habla en la radio. No se presenta a las elecciones. No es diputado ni senador. No aparece en televisión. No participa en tertulias.
Y, sin embargo, este andaluz huidizo, de barbas recortaditas, pelo gris y ligero acento sevillano, fue el genio que desde las sombras orientó la campaña que llevó a Mariano Rajoy a La Moncloa el 20-N de 2011.
Inquirir sobre la vida de Pedro Arriola Ríos (Sevilla, 1948) supone rasgar una cortina opaca y ponerse a caminar entre sombras chinescas, casi a tientas.
Arriola entiende que la discreción es la materia prima de su oficio y no le gusta salir en los papeles.
Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Sevilla y en Ciencias Políticas y Sociología por la Complutense, mantiene heroicamente su silencio público pese a estar casado con Celia Villalobos, diputada del PP, exalcaldesa de Málaga, exministra de Sanidad y política de presencia cotidiana en periódicos y platós.
Y todo eso y lo que esconde detrás, contribuye a hacer más grande la proeza del veterano Graciano Palomo, amigo de Periodista Digital, analista impenitente y ahora consejero de la Agencia EFE.
Palomo, persistente como la gota malaya, ha logrado entrevistar a Arriola y justo cuando más arrecian las críticas a la política de comunicación del Gobierno y más se repite que Rajoy, de seguir así las cosas, no va a a tener sencilla la reelección.
Publica Graciano Palomo en ‘El Mundo’ su entrevista con un título de impacto, sacado de una frase del propio Arriola:
«Ahora la crisis se lo come todo, pero mi cliente volverá a ganar las elecciones».
El cliente de Arriola, el mejor, más conocido e importante, no es otro que Mariano Rajoy, actual presidente del Gobierno de España.
Por su indudable interés, entresacamos algunas de las frases más relevantes de esa larga entrevista:
- «Al puente de mando llegan los que tienen que llegar, es casi una selección darwiniana… Era cuestión de tiempo que Mariano llegara a La Moncloa. Había que dejarse ir… en volandas»
- «Rajoy pasará a la historia como persona seria. Ahora trata de taponar la herida para que el enfermo no se le vaya, pero luego lo pondrá a andar. Tiene mucho tiempo por delante»
- «La crisis económica no incendiará la calle, porque «hay dos colchones que lo evitarán: los 30.000 millones del desempleo y las familias»
- «España tiene mucha base, pero hay que poner en orden las cuentas y terminar con el despilfarro»
- «Todo el Gobierno tiene que explicar lo que hace, teniendo muy presente que cada medio filtrará esas explicaciones en función de su dependencia ideológica, intereses, etc…»
- «No se puede olvidar que el Plan de Estabilidad lo firma ZP… Y hay que cumplirlo si o si…»
- «Rajoy es un hombre que escucha y escucha bien»
- «Mariano es rechazado por un sector de la derecha, porque no hace caso a ese sector; es persona centrada, nada doctrinario, pragmático…»
ENCUESTA EN EL PAÍS
La entrevista con Pedro Arriola sale publicada en ‘El Mundo’ justo el mismo día en que el diario ‘El País’ difunde su más reciente encuesta, con el titulo «Desgaste lento y sostenido del Gobierno» y concluyendo que sigue empeorando entre los españoles la imagen de Rajoy y de todos sus ministros.
Explica Fernando Garea, en su análisis de los datos aportados por Metroscopia, que el Gobierno Rajoy tiene tres ventajas:
- Parte de un mullido colchón de votos obtenidos el pasado 20 de noviembre
- La legislatura no ha hecho más que comenzar y tiene casi cuatro años por delante
- El principal partido de la oposición no rentabiliza aún el malestar ciudadano por los recortes
Lo que no puede evitar es que se produzca un lento, pero sostenido desgaste, según la encuesta.
EL PP TODAVÍA 11 PUNTOS POR DELANTE
El PP aún mantiene una ventaja sobre el PSOE de 11,4 puntos, muy por debajo de los 15,9 de las elecciones generales de noviembre.
Es decir, en cinco meses se ha reducido la ventaja en 4,5 puntos, pero más por el descenso del PP que por la recuperación del PSOE, porque los populares están 7,5 puntos por debajo del 20-N y los socialistas han perdido casi tres.
El partido de Alfredo Pérez Rubalcaba parece no haberse quitado aún el estigma de la crisis que le llevó a su mayor derrota electoral en unas generales.
El líder de la oposición sigue estando mal valorado y son Izquierda Unida y UPyD los que rentabilizan la mala imagen de los dos grandes partidos.
El partido de Rosa Díez llegaría al 6,1% de los votos y el de Cayo Lara al 12,2%.
DESGASTE CONTINUADO
En un mes, el desgaste del Gobierno se ha mantenido de forma continuada. Así, ha subido con respecto a la anterior encuesta en tres puntos los que desaprueban la gestión de Rajoy; en tres los que desconfían de él; en cuatro los que aseguran que no sabe cómo hacer frente a la crisis y siete puntos los que dicen que va improvisando sus decisiones.
Es decir, no es solo que los ciudadanos sean críticos con las medidas que adopta, sino que, además, la mayoría asegura que no tiene un plan fijado y que va improvisando sobre la marcha.
La encuesta es la primera que se hace después de la crisis de Bankia, en una semana que se inició con la entrevista en Onda Cero en la que Rajoy no descartó dinero público para las cajas, siguió con la dimisión de Rodrigo Rato como presidente de Bankia y termina con la nacionalización de la entidad.
Pese a todo, el desgaste de Rajoy se compensa también con el mantenimiento del apoyo de sus electores, a solo cinco meses de las elecciones.
El 73% de ellos apoya la gestión del presidente y un 72% considera que el Ejecutivo en su conjunto transmite sensación globalmente positiva.