No ha perseguido a los gestores financieros “negligentes”
Los siete meses de legislatura están dejando por el camino profundas contradicciones entre el plan de acción del Gobierno y el programa electoral con el que el PP logró la mayoría absoluta el 20-N.
Las incongruencias afectan a todas las áreas del Ejecutivo pero especialmente al ámbito económico e impositivo.
Los populares se comprometieron a impulsar un plan de racionalización del sector público, que eliminara «organismos, entes públicos y entidades instrumentales» que fueran prescindibles.
Sin embargo, el Ejecutivo apenas ha reducido el número de estas instituciones. En cuanto a los altos cargos, sólo ha eliminado 45 de los 382, sólo el 12%, que se encontró cuando llegó al poder.
El PP también acudió a las elecciones con el compromiso de mantener la deducción por la compra de vivienda habitual y de aplicar a la adquisición de nuevos inmuebles el tipo de IVA superreducido del 4%.
Sin embargo, el Consejo de Ministros aprobó el viernes el fin de la deducción por vivienda a partir del 31 de diciembre de 2012, y también ha anunciado que el IVA superreducido sólo será de aplicación para los hogares comprados durante este ejercicio.
El saneamiento del sistema financiero ocupó una parte destacada en el apartado económico del programa electoral de los populares.
Antes de llegar al poder, Rajoy se comprometió a exigir todas las responsabilidades a los gestores que incurrieran «en una Administración desleal o negligente».
Sin embargo, el Grupo Parlamentario Popular se resistió hasta el último momento a que el ex presidente de Bankia Rodrigo Rato compareciera en el Congreso, y se sigue negando a que el ex ministro del Interior y ex consejero de Bankia Ángel Acebes acuda a la Cámara baja.
Autónomos
Otro de los compromisos que el PP lanzó en su campaña electoral y que generó gran aceptación entre los trabajadores autónomos fue el aplazamiento del pago del IVA de las facturas hasta que estas no fueran cobradas.
Pero recientemente, a finales de junio, el Congreso rechazó con el voto en contra del PP una iniciativa de la oposición que defendía esta reforma. Los populares adujeron «dificultades técnicas» para justificar su cambio de postura.
Además, el último plan de recortes ha subido su retención del 15% al 19%.
El Gobierno tampoco ha respetado la promesa de reducirles a las pymes el Impuesto de Sociedades al 20% y ampliar al ámbito de aplicación del tipo del 25% al resto de empresas.
Tampoco se ha alterado el IRPF para favorecer entre otros elementos el ahorro, como defendió el PP antes de las elecciones, sino que el pasado diciembre se aplicó un aumento generalizado de la carga fiscal que soportan los asalariados.
En total, son siete los compromisos económicos del programa electoral del PP que el Gobierno ya ha incumplido en lo que va de legislatura.
Pero las contradicciones van más allá del documento con el que los populares concurrieron a las elecciones.
Por ejemplo, Rajoy denunció en los últimos meses de la pasada legislatura la subida del IVA, pero el último paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros va en la dirección opuesta, al aumentar tres puntos el tipo más alto (del 18% al 21%), superior incluso al incremento que aplicó José Luis Rodríguez Zapatero (del 16% al 18%).
Durante la campaña, Rajoy también aseguró que no abarataría el despido, pero la reforma laboral tramitada en febrero amplió las causas objetivas para el despido económico, facilitando en la práctica la indemnización de 20 días por año trabajado, como se ha acabado demostrando en los últimos meses.
Ayudas a la Banca
El jefe del Ejecutivo garantizó asimismo que no destinaría fondos públicos a ayudar a los bancos y que bajaría los impuestos al turismo del tipo reducido (8%) al superreducido (4%).
Pero el Estado ha tenido que salir en ayuda de entidades como Bankia para evitar su quiebra, y el gravamen del turismo no sólo no ha bajado, sino que ha subido dos puntos (del 8% al 10%).
Asimismo, antes de llegar a La Moncloa, Rajoy anunció que mantendría el gasto en Educación y Sanidad, aunque adelantó que aplicaría criterios de austeridad para adelgazar estas partidas.
Pero lo cierto es que, ya en el poder, el líder de los populares se ha visto forzado a recortar estos dos capítulos en más de 10.000 millones de euros.
El copago en medicamentos y la prórroga del Impuesto de Patrimonio son otras dos medidas polémicas que no habían sido anunciadas previamente.
Los partidos de la oposición también reprochan al PP que, antes de las elecciones, se comprometiera a afrontar la situación sin escudarse en la herencia de Zapatero.
Pero, en los siete meses de legislatura, los dirigentes populares han esgrimido recurrentemente los errores del anterior presidente del Gobierno para justificar sus medidas más controvertidas.
A Rajoy le queda al menos la baza del tiempo, ese factor que tanto añoran los gobernantes en problemas. Sólo ha consumido siete meses de legislatura. Aún tiene por delante más de tres años para reivindicar las políticas con las que se ganó la confianza de los ciudadanos.
NOTA.- leer artículo original en ‘La Gaceta’