Mensaje de Navidad de Felipe VI

El Rey da un tirón de orejas a los independentistas catalanes y a Podemos; pide que no agiten viejos rencores

No son admisibles ni actitudes ni comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles

Vivimos una nueva realidad que ha cambiado la forma de comunicarnos y relacionarnos entre nosotros

El Rey Felipe VI se ha dirigido por tercera vez los españoles en el tradicional discurso del Monarca con motivo de la Navidad.

Este 24 de diciembre de 2016, el Rey no ha esquivado los temas candentes de la actualidad política y tampoco ha eludido la polémica.

Tras hacer un repaso de su todavía breve andadura como Rey, Felipe VI ha abordado el fin de la inestabilidad política y, sobre todo, se ha referido al desafío independentista catalán con incontestable contundencia.

Estás fueron sus 5 frases clave:

  • “Momentos como estos (…) nos recuerdan el gran patrimonio común que compartimos. Un patrimonio que merece el cuidado de todos y que todos debemos ayudar a proteger como lo mejor que tenemos y somos; como lo mejor de lo que nos une”.
  • “Es esencial, de cara al futuro, que el diálogo y el entendimiento entre los grupos políticos permita preservar e impulsar los consensos básicos para el mejor funcionamiento de nuestra sociedad”.
  • “El progreso, la modernización, el bienestar, requieren siempre de una convivencia democrática basada en el respeto a la Ley, en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir, de engrandecer y no de empequeñecer, de fortalecer y no de debilitar”.
  • “Son tiempos para profundizar en una España de brazos abiertos y manos tendidas, donde nadie agite viejos rencores o abra heridas cerradas”.
  • “Vivimos con la esperanza de la recuperación que ya hemos iniciado. Todos deseamos que esa recuperación se consolide, que nos permita (…) corregir tanto las desigualdades derivadas de una crisis tan profunda como la que hemos vivido, como fortalecer, en general, nuestra cohesión social”.

El mensaje, que va en la línea del entendimiento entre los grupos, deja a quienes siguen utilizando los escaños y la tribuna para sus mítines populistas en un mal lugar, como representantes de quienes quieren seguir «encerrados en sí mismos».

Y, aunque ha pasado un año desde el último discurso y tanto España como Cataluña han cambiado mucho -hace 365 días, el desafío independentista catalán lo personificaba un encastillado Artur Mas y hoy hay un nuevo president, Carles Puigdemont, que siempre se autodefinió como secesionista-, el Monarca no ha cambiado casi ni una letra de su discurso en este aspecto.

«La convivencia exige siempre, y ante todo, respeto».

«En estas horas de la Navidad quiero desearos, junto a la Reina y nuestras hijas Leonor y Sofía, unas felices fiestas y nuestra esperanza de que el 2017 sea un año mejor para todos. Y en una noche como la de hoy, a tantas familias que han sufrido las recientes inundaciones en nuestro país, quiero decirles especialmente que las tenemos muy presentes».

«Navidad es nacimiento, y celebrar con alegría lo que nace es tener fe en el futuro. Es en momentos como estos, cuando los sentimientos personales y colectivos de afecto, de amistad y de fraternidad, creados a través de nuestra convivencia, nos recuerdan el gran patrimonio común que compartimos. Un patrimonio que merece el cuidado de todos y que todos debemos ayudar a proteger como lo mejor que tenemos y somos; como lo mejor de lo que nos une».

«Como es tradición, permitidme esta noche que comparta con vosotros algunas reflexiones sobre nuestro presente y sobre nuestro futuro, procurando extraer de todo lo que hemos vivido, especialmente durante este 2016, aquello que mejor nos ayude a seguir adelante».

«Siempre se ha dicho que los momentos más difíciles de la vida son las mejores oportunidades para descubrir nuestra fuerza interior, para comprobar nuestro carácter, nuestra verdadera dimensión».

«A lo largo de este año he estado en diferentes lugares de nuestra geografía nacional. Y tengo que deciros que, en todo ese recorrido por nuestros pueblos y ciudades he visto dificultades y problemas para muchos de nuestros compatriotas; pero también trabajo duro, honesto, sacrificado; mucha capacidad y talento; y, sobre todo, determinación, ganas de salir adelante».

Desafío independentista

  • «Como tampoco son admisibles ni actitudes ni comportamientos que ignoren o desprecien los derechos que tienen y que comparten todos los españoles para la organización de la vida en común».
  • «Vulnerar las normas que garantizan nuestra democracia y libertad solo lleva, primero, a tensiones y enfrentamientos estériles que no resuelven nada y, luego, al empobrecimiento moral y material de la sociedad».
  • «Porque el progreso, la modernización, el bienestar, requieren siempre de una convivencia democrática basada en el respeto a la Ley, en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir, de engrandecer y no de empequeñecer, de fortalecer y no de debilitar».
  • «Porque ahora es el momento de pensar en la España que queremos para las próximas décadas, que será la de nuestros jóvenes de hoy, y de forjarla con solidez. Y para ello, debemos concentrar nuestras energías en mirar hacia el mundo que nos rodea, y darnos cuenta cabalmente de por dónde va».
  • «Un mundo muy incierto, con grandes desafíos políticos, sociales o en materia de desarrollo y seguridad, por ejemplo. Pero entre ellos, hoy quiero detenerme en los avances de la tecnología que, a escala global, condicionan cada día más nuestras vidas cotidianas».
  • «Vivimos una nueva realidad que ha cambiado la forma de comunicarnos y relacionarnos entre nosotros; de recibir información necesaria para formar nuestra opinión y tomar decisiones; que se ha introducido en nuestras empresas, en nuestras fábricas y en nuestras industrias, transformando los procesos productivos y los empleos, tal y como los conocíamos. Incluso está transformando nuestros colegios, universidades y centros de formación. Nunca antes en la historia de la Humanidad y en un espacio de tiempo tan corto, se habían producido cambios tan grandes».
  • «Hoy sabemos que no se trata ya solo de una revolución tecnológica: es algo mucho más profundo. Es un nuevo modelo del mundo que traspasa fronteras, sociedades, generaciones y creencias».
  • «En este contexto es evidente que debemos adaptarnos a esa nueva realidad imparable y desarrollar al máximo nuestras habilidades para actuar con éxito en la ciencia, en la economía o en la cultura, también en la industria y en la seguridad; pero preservando siempre los valores humanos que nos identifican y nos definen».
  • «No debemos esperar a que esa nueva realidad se imponga sobre nosotros; tengamos en cambio, la fuerza y el empuje suficientes como país para anticiparnos y asumir el protagonismo necesario en la nueva era que se abre ante nosotros».

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