No era difícil, porque en estos dos meses ha metido la pata hasta el corvejón unas cuantas veces, pero le pilló desprevenido, porque esta acostumbrado a los masajes periodísticos y no a las preguntas de verdad.
Pedro Sánchez ha hecho balance político antes de irse de vacaciones en una extensa rueda de prensa en la que ha hablado de las medidas de su Gobierno estos meses.
El presidente ha presumido este viernes de su llegada al poder gracias a la moción de censura que desbancó a Mariano Rajoy
Además, Sánchez se ha mostrado optimista respecto al comportamiento económico del país en los próximos meses. Según sus cálculos, el crecimiento será del 2,7%, lo que permitirá crear unos «450.000 empleos a final de año», según recoge Álvaro Palazón en huffingtonpost.
Al final de su comparecencia respondió a las preguntas de los periodistas, eligiendo sólo a los que considera más ‘conocedores’ de los intríngulis del PSOE (Pedro Sánchez solo permite preguntar a periodistas ‘familiarizados’ con el PSOE).
Todo con aparente normalidad, hasta la última, que lo dejó pasmado y sin palabras justo 11 segunos:
«¿Cuál ha sido el mayor disgusto que se ha llevado al frente del Gobierno?».
El presidente socialista se quedó alelealdo, como si le hubiera dado un aire o visto un marciano. Tras una eterna pausa, respondió:
«No he tenido ninguno», ha dicho de forma ininteligible Sánchez. Después 11 segundos de silencio —como la obra maestra de Scorsese— y la despedida.