LAS COSAS DEL GOBIERNO SOCIALISTA Y SUS AMIGOS

¿Sabías que el ‘okupa’ Sánchez se ha regalado 21 días de vacaciones más de los que le corresponden?

El líder del PSOE se pasa la legislación laboral por la entrepierna

¿Sabías que el 'okupa' Sánchez se ha regalado 21 días de vacaciones más de los que le corresponden?

A nadie sorprende que el presidente que nunca ha ganado unas elecciones y que aparenta gobernar a golpe de poses, de la mano de los radicales independentistas y la extrema izquierda podemita, se tome por la cara más días libres que los que le corresponden como trabajador.

Es el pésimo ejemplo que dan a los ciudadanos y la realidad de lo que son. Sánchez es el Lady Gaga de la política española; todo posturistas, aviones, y glamour impostado. (‘Turca’ salta a la fama: las redes se parten la caja a cuenta de la perra del socialista Sánchez)

Hoy, último día del año, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleva ya veintiún días de vacaciones retribuidas en tres periodos distintos, sin sumar otros días que el jefe del ejecutivo se haya podido tomar sin hacerlo público o camuflándolos en visitas institucionales, cuando acudió con su esposa Begoña Gómez a Benicassim, para asistir al concierto de ‘The Killers’ en el FIB.

A estos veintiún días cabe sumar, además, los cinco primeros días del 2019 que el jefe del Gobierno se cogerá también a cuenta del próximo año laboral, sin saber si lo va a finalizar en La Moncloa y, en consecuencia, cuántos días le corresponderían de vacaciones (El socialista Sánchez se ha saltado las normas de aviación al viajar en el Falcon con su perra)

Pedro Sánchez se cogió los primeros días de descanso apenas dos meses después de llegar a la presidencia del Gobierno, el 1 de junio del 2018.

El 7 de agosto, tras presidir el último Consejo de Ministros del curso y acudir al Palacio de Marivent en Palma a despachar con el Rey Felipe VI, junto a su esposa y sus hijas hicieron las maletas para tomar el Falcón 900 y desplazarse a la finca del Palacio de las Marismillas, en Doñana, patrimonio del Estado que el anterior presidente, Mariano Rajoy, no había usado para el gozo de sus vacaciones.

Sánchez sí. Sólo dos meses después de llegar al cargo, aprovechó los recursos públicos a su disposición para cambiar las vacaciones de verano que acostumbraba a pasar en Almería por otra provincia andaluza, según recoge Joan Guirado en okdiario.

El presidente del Gobierno estuvo en las Marismillas nueve días, ya que el 17 de agosto acudió a Barcelona al acto conmemorativo del primer aniversario de los atentados.

Un día después volvió a irse de vacaciones a Mojácar, el destino anual de los Sánchez-Gómez, hasta el día 23, un día antes de presidir el primer Consejo de Ministros tras las vacaciones.

A Doñana volvió el día 22 de diciembre, tras presidir también el Consejo de Ministros de Barcelona, para pasar los días de navidad -un total de cuatro- junto a la familia en este enclave andaluz.

El 26 volvió a Madrid y tras la reunión del Gobierno del pasado viernes 28, volvió a hacer las maletas para viajar de nuevo a bordo del Falcón, con la familia al completo -perra Turca incluida- a otra finca del patrimonio nacional: La Mareta, en Lanzarote.

Allí el presidente del Gobierno estará hasta el 5 de enero, cuando volverá a Madrid para asistir a la Pascua Militar del Palacio Real junto a los reyes Felipe VI y Letizia.

Según la mayoría de los convenios laborales, los empleados tienen derecho a 30 días de vacaciones por año trabajado

En total, desde el 1 de junio que empezó a desempeñar su cargo y, por tanto, a ocupar una nueva responsabilidad profesional, Sánchez se ha tomado veintiún días de vacaciones, tres más de los diecisiete que le corresponderían.

Según la mayoría de los convenios laborales, los empleados tienen un total de 30 días de vacaciones anuales por cada año trabajado. En el caso de Sánchez, por sus siete meses en Moncloa le corresponderían diecisiete días.

Los veintiún días de vacaciones de Pedro Sánchez contrastan, además, con las de los CEO y los altos cargos de empresas privadas, que raramente disfrutan de periodos tan largos.

En su caso, además, Sánchez gozó de los primeros catorce días nada más llegar a La Moncloa, por lo que no podía alegar una baja carga de trabajo, ya que tenía que organizar un gobierno, acababa de asumir la primera crisis con la dimisión de Máxim Huerta y preparar un presupuesto.

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