Que ese Plan de Reinserción merezca piropos de los amigos de los terroristas es el mejor indicio de que en absoluto es bueno para conseguir un final justo de la violencia etarra
Están crecidos. Se sienten ganadores y aprietan, convencidos de que el Gobierno Rajoy terminará cediendo.
Lo cuenta con detalle Luis Aizpiolea en ‘El País’. El periodista del Grupo PRISA, sin duda uno de los profesionales de la información con más contactos y fuentes en el mundo abertzale, explica desde Bilbao que ETA pretende establecer algún tipo de contacto con el Gobierno español, para proceder al desarme unilateral y para cerrar una solución definitiva al problema de la violencia, que incluya una salida a la situación de sus presos.
Inaceptables e inquietantes son las conclusiones de la denominada Comisión Internacional de Verificación para el cese definitivo de ETA, que este 4 de mayo de 2012 se reunió en Bilbao con el Gobierno autonómico, otros partidos políticos -excepto el PP- y representantes sociales del País Vasco.
Inaceptable es que la banda terrorista haya ofrecido el desarme y su desmilitarización a cambio de negociar con el Gobierno de la Nación «sobre asuntos prácticos relevantes para consolidar el proceso».
Ni que decir tiene que el Ejecutivo no tiene nada que negociar con los terroristas, como este viernes reiteró la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, y que los asesinos deben renunciar a la violencia y disolverse sin esperar nada a cambio por parte del Estado democrático.
Pero a la vez es inquietante que los últimos movimientos del Ministerio del Interior sobre el acercamiento de los presos etarras hayan sido elogiados como un paso en la dirección correcta por representantes de la Comisión.
Que ese Plan de Reinserción merezca piropos de los amigos de los terroristas es el mejor indicio de que en absoluto es bueno para conseguir un final justo de la violencia etarra.
EL CNI TIENE ‘CONTROLADO’ AL ASESINO DE JUANA EN VENEZUELA
Los desvela Luis Rivas en ‘La Gaceta’: El CNI tiene localizado a José Ignacio de Juana Chaos y sabe qué, dónde, cuándo y hasta casi cómo actúa cada día el asesino etarra.
Le perdieron la pista en Belfast, pero las víctimas lo sitúan en Venezuela. La conformidad de la Justicia norirlandesa a la extradición de Juana Chaos a España llega, en palabras de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), «muy tarde».
No obstante el silencio oficial acerca del paradero del terrorista, para Daniel Portero, presidente del colectivo Dignidad y Justicia, «De Juana está en Venezuela», por lo que «esta orden de extradición es una tomadura de pelo y da igual, porque no está allí. No tiene sentido, es absurdo del todo».
La supuesta pérdida del rastro del etarra generó una enorme controversia en torno al papel del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Fuentes de la seguridad, sin embargo, aseguran que en la actualidad «nadie puede saber si está localizado o no, porque esa información es clasificada y sólo la tiene el Gobierno».
De acuerdo con las mismas fuentes, «la misión del CNI está perfectamente delimitada por ley: facilita inteligencia al Gobierno, pero no tiene potestad para arrestar a nadie».
Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, considera que «cada uno tiene que asumir su responsabilidad, ya sea el CNI, los jueces o cualquier otra institución. Si le tienen localizado, alguien tiene que dar la orden de detenerle, ya sean los jueces o Interior, pero no se puede consentir que huya de nuevo».
Papel del CNI
Portero, por su parte, señala que el papel del CNI en el caso De Juana ha sido irreprochable y que los servicios secretos lo tienen controlado en Venezuela, por lo que atribuye «absoluta culpa a la Justicia norirlandesa, que dejó la querella en vía muerta hasta que se escapó».
Pese a lo manifestado por Dignidad y Justicia, Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo (VCT), exigió ayer a Mariano Rajoy que informe públicamente del paradero de De Juana. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría se limitó ayer a recalcar que «el Gobierno no negociará nada con los terroristas».
En agosto de 2008, el terrorista viajó de España a Irlanda del Norte tras cumplir 18 años de condena por 25 asesinatos, por los cuales había sido condenado en 1990 a más de 3.000 años de prisión.
Al abandonar la cárcel, el mismo 2 de agosto, una portavoz leyó una carta atribuida a De Juana en un homenaje a las puertas de una herriko taberna en San Sebastián, donde se citó al histórico dirigente de ETA Domingo Iturbe en su famosa entonación para el cierre de las reuniones de criminales: «Aurrera bolie» («Adelante con la pelota»).
Como consecuencia de la misiva, la Audiencia Nacional acusó a De Juana Chaos de un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo. A las 24 horas de salir de la cárcel, el etarra huyó a Irlanda del Norte, en cuya capital, Belfast, residió durante aproximadamente dos años.
Las asociaciones de víctimas pusieron en marcha entonces los mecanismos jurídicos adecuados para que el asesino fuera extraditado a España, pero cuando, en marzo de 2010, la Audiencia Nacional se encontraba próxima a lograrlo, este huyó del país, siendo declarado el 29 de marzo de 2010 en paradero desconocido, estado en que permanece a día de hoy. Los servicios secretos colombianos lo detectaron en Venezuela en marzo de 2010.
Investigadoresdan por hecho que, desde entonces, el asesino ha acudido varias veces a refugiarse en el regazo de Hugo Chávez.
En todo caso, no fue hasta el pasado 3 de mayo de 2012 cuando la Justicia norirlandesa resolvió desestimar el recurso de De Juana y aceptar su entrega a las autoridades españolas.
Otra extradición
En consonancia con la decisión adoptada desde Belfast el pasado jueves, el Tribunal Superior de Londres autorizó ayer la extradición a España de Eneko Gogeaskoetxea, detenido en julio de 2011 en Reino Unido y reclamado por 15 delitos de terrorismo, entre ellos el asesinato de un agente de la Policía vasca y el intento de asesinato del Rey Juan Carlos.
La Alta Corte desestima, por tanto, el recurso de la defensa, que ahora tiene la posibilidad de apelar al Supremo, máxima instancia judicial del Reino Unido, maniobra que aún no ha comunicado.