"La izquierda abertzale nos quiere hacer creer que fueron ellos quienes embridaron a ETA"
El 20 de octubre de 2011, ETA anunciaba el «cese definitivo de la lucha armada». Aquel era el colofón a medio siglo de atentados, secuestros, extorsiones y tiros en la nuca. De escuchas, infiltrados y operaciones policiales. La lucha antiterrorista tiene mil caras, muchas de ellas silenciadas o desconocidas, pero ¿qué había y qué hay todavía hoy detrás de cada uno de los pasos que llevaron a ese momento?
¿Cómo se enfrentaron unos y otros a esos encuentros negados en Oslo o Ginebra? ¿Qué decían las cartas entre el gobierno del PSOE y ETA? ¿Cuánto cobra un delator de la banda? ¿Qué queda de la ley de partidos? ¿Qué factura pasó a ETA la brutal lucha fratricida entre Thierry y Txeroki? ¿En qué momento Batasuna decidió que le convenía parar?
LA VENENOSA SEMÁNTICA ABERTZALE
«No hay conflicto, es simplemente una organización terrorista que va en contra de un estado de derecho democrático, a quien ha costado mucho formar esa democracia, estructurar esa democracia. Ellos no sólo no han contribuido, sino que pusieron todos los palos en las ruedas posibles, provocaron, durante sobre todo la transición, la posibilidad de golpes de estado. Quiero decir, han ido en el sentido contrario de construir democracia, sea como fuera que era la mejor de las soluciones posibles. Entonces claro lo que no podemos hacer ahora es darles la misma legitimidad porque son simples terroristas».
DERROTA DE ETA
«La organización la embridan las fuerzas de seguridad. Ellos toman las medidas, primero porque ven derrotada operativamente a la organización, y pueden tomarlas además porque la organización está derrotada porque ellos ni tenían el cuajo suficiente para enfrentarse a ellos ni querían inicialmente enfrentarse a ellos»
«De hecho ellos, todavía no, no solo se han arrepentido y han pedido la disolución, sino que ellos cuando plantean Sortu, porque hay que tener en cuenta que lo que es Amaiur en realidad es una coalición. Pero cuando ellos plantean Sortu que es su verdadero partido, el que quieren que sustituya a Batasuna, ellos hacen una proclamación pública diciendo estamos aquí gracias al pasado, por eso no condenan los atentados del pasado».
¿Qué hay detrás de las operaciones de las fuerzas de seguridad y el CNI? Y tras la declaración de octubre de 2011, ¿de verdad se ha producido la derrota de la banda, o habrá que afrontar el hecho de que ETA, aun acabada, «solo era un instrumento» para el jaque de una partida que aún sigue en juego?
En Maldito el país que necesita héroes, la periodista Ángeles Escrivá parte de un extenso trabajo documental como las actas de las reuniones secretas entre ETA y el Gobierno, el desconocido pacto antiterrorista firmado entre el PP y Zapatero en 2008 o los papeles que revelan la descomposición interna de la organización en los tres últimos años; aporta testimonios inéditos como el relato escrito por Ortega Lara sobre su propio cautiverio, y las entrevistas y conversaciones con una buena parte de los protagonistas, desde Aznar, Mayor Oreja y Acebes hasta Eguiguren, Rubalcaba, Patxi López, Imaz, Urkullu, Egibar o los miembros del actual Gobierno. El resultado es un relato ágil donde se desvelan los entresijos de un conflicto devastador.
Desde que el Gobierno de Aznar accede al poder hasta el final de la era Zapatero: dos políticas antiterroristas distintas e incluso opuestas. Este es el recorrido por la historia de un proceso plagado de contradicciones, dolor, errores y desesperanza, pero también de aciertos, estrategias inteligentes y, sobre todo, vidas heroicas.