La exclusiva publicada por La Gaceta ya ha tenido una primera y relevante consecuencia: la Asociación de Víctimas del Terrorismo recurrirá la libertad de Bolinaga, por entender que incumple los requisitos para disfrutar de la libertad condicional. —Bolinaga: “Sé que causé daño; eso es una cosa, pero arrepentirse es otra. Yo cogí un camino…”—
¿Merece seguir en la calle una persona que ha matado a tres guardias civiles, dejando a otras tantas viudas y huérfanos, y que ha mantenido secuestrado en un zulo a un funcionario de prisiones, y que encima se jacta de ello?
En el programa ‘El Gato al Agua’, que presenta y dirige Antonio Jiménez en Intereconomía TV, se debatió sobre este tema:
Santiago Abascal, presidente de DENAES
Lo que todos exigimos es un reconocimiento del daño causado. Cada día que permanezca en la calle, ahí donde se siente ‘integrao’ como él ha dicho, con todos sus amigos con los que sale a tomar vinos, es una humillación a las víctimas del terrorismo.
Javier Nart, abogado y miembro de Ciudadanos
Cuando la legalidad nos lleva a la aberración significa que la aberración está en la legalidad. Que semejante alimaña esté absolutamente tranquilo y feliz consigo mismo y no esté dispuesto a arrepentirse en absoluto de la barbarie espantosa que significó el secuestro de Ortega Lara y que dentro de la legalidad la democracia española le deje en la calle me repugna. La legalidad debería cambiarse para que no dé los resultados monstruosos que ha dado.
El diputado de ERC en el Congreso Joan Tardà ha afirmado que se siente «al lado de los presos vascos» y ha denunciado que el Gobierno central no abandone una posición que considera enrocada. Nart le ha respondido:
Ya que Joan Tardá es tan sensible a los derechos humanos, mi pregunta es: ¿Y los honestísimos estafadores y atracadores del País Vasco no merecen el acercamiento? ¿O únicamente hay que ser un hijo de puta asesino para merecer el fino sensible corazón de Tardá para que esté en la manifestación? Esto es lo que defino como ‘gudaris de mierdas’.
Hermann Tertsch, periodista
La legalidad no obligaba a ello, este individuo esta en la calle porque este Gobierno, que había criticado a Zapatero por liberar a De Juana, al recibir el pulso de Bolinaga, ante el temor de que aquello generara tensión en el País Vasco, el ministro del Interior y el presidente de Gobierno deciden que este señor se vaya a la calle para evitar follones.
¿ERC? Todo este proceso empieza en Perpignan.