‘Memorias de la violencia’ de Ofa Bezunartea es el relato de la estrecha, pero muy dolorosa, faceta de la historia de la violencia de ETA dirigida selectivamente a intelectuales, periodistas y también jueces que fueron objeto de atentados y amenazas, y forzados al exilio.
Ofa Bezunartea, periodista y escritora, se ha basado en testimonios directos que recogen las experiencias de quienes sufrieron personal y profesionalmente la dolorosa experiencia. Editado por la editorial Almuzara, según su autora, «este libro nace de la decisión de muchas personas e instituciones para que se recogiera el testimonio de profesionales intelectuales exiliados y éstos pasaran a engrosar la memoria de las huellas que ETA ha dejado con su violencia».
Entre estas víctimas de la violencia de ETA entrevistados para el libro figuran intelectuales relevantes de la vida pública como: Mikel Azurmendi, Mikel Iriondo, Carlos Fernández de Casadevante, Gotzone Mora, Edurne Uriarte, Manu Montero, Francisco Llera y los periodistas José María Calleja, Aurora Intxausti, Carmen Gurrutxaga, Charo y José Antonio Zarzalejos y Pedro Briongos.
Para Bezunartea «muchos de los imprudentes que expusieron argumentos éticos, políticos, históricos, sociológicos o simplemente humanitarios, con su pluma o con su voz, en medios de comunicación, en libros o a través de organizaciones cívicas contra ETA, acabaron teniendo que optar por el exilio para preservar su vida, por la tranquilidad de su familia, por no tener que arrastrar siempre la sombra de los escoltas o para librarse de un clima irrespirable». Sus vivencias y testimonios deben formar parte de esa memoria total de todos estos años vividos bajo la violencia de ETA.
En ‘Memorias de la violencia’ la autora resalta que será difícil calcular a cuántas personas les ha destrozado la vida ETA, no sólo siendo asesinados, secuestrados o extorsionados, sino soportando restricciones en sus libertades individuales. Un hecho que, a juicio de la escritora, no les ha permitido optar, en pie de igualdad, por cualquier opción política, condenándolos al silencio ante el riego de ser marcados como enemigos. Y todo ello mientras la sociedad vasca, sumergida en una gravísima crisis moral, miraba para otro lado. El exilio es un signo más de la anormalidad vivida durante décadas.
Dos episodios que ejemplifican esa anormalidad: la desestabilización producida durante años en la Universidad del País Vasco- Euskal Herriko Universitateak por un grupo de profesores de la izquierda abertzale, y las irregularidades de los estudios de presos de ETA completan el contenido del libro.
TITULARES DE LA ENTREVISTA CON OFA BEZUNARTEA
«Deia se convierte en la voz del PNV con Félix García Olano y con Garaicoechea como lehendakari»
«A mí pasó lo que a otros grande profesionales con la socialización del sufrimiento. El objetivo de ETA eran los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, militares y ocasionalmente algún juez, pero decidieron que tenía que sufrir toda la sociedad»
«El consejero de Interior vasco nos cita un día a mi marido y a mí para comunicarnos que estaba en los papeles de ETA, que habían seguido mis movimientos y te alertan sobre la necesidad de adoptar medidas de autoprotección»
«Soy muy poco miedosa y aunque tuve situaciones de encerrona como en un local de Herri Batasuna porque en una columna di información sobre uno de sus disidentes y di en el clavo. Eso les molestó y aquella sesión fue absolutamente amenazadora diciéndome que sabían dónde vivía. En esa ocasión sentí una amenaza física»
«Creo que en el libro no he insistido suficientemente en que HB se adelantó en su tiempo a lo que ahora hacen otros partidos, que no podías tener acceso a los portavoces cuando querías, había que esperar a que dieran sus ruedas de prensa para lo que querían y cuando querían»
«Una vez un ertzaintza me dijo que el hecho de mirar debajo de los coches para ver si había una bomba suponía un acto de humillación más por tener que hincar la rodilla»
«Aunque tenía la diana puesta, yo no quería marcharme, pero la preocupación de mi familia me obligó a ello»
«Duele más el silencio y la cobardía, esa esquizofrenia que se ha asentado en la sociedad vasca mirando hacia otro lado, no arropó a la gente que estaba amenazada»
«Cuando decidí irme del País Vasco lo divulgué muy poco, apenas lo supieron algunos compañeros»
«La decisión de marcharme fue un poco por cuestión de comodidad, pero también algo de cobardía. Lo lógico hubiese sido que en la Universidad los profesores amenazados hubiésemos pedido apoyo, pero sabíamos que no podíamos pretender que nuestra facultad nos apoyara porque les metíamos en un brete»
«La actitud del PNV fue determinante para el mantenimiento de la actitud de ETA. Si les hubiesen hecho parar, realmente las cosas hubiesen sido de otra manera»
«Se llegaba a decir falsamente que si no eras nacionalista vasco es que eras nacionalista español»
«La actitud de Isabel San Sebastián, que es extrema en relación a los radicales, probablemente supone munición para ETA»
«Arancha Quiroga defiende de un modo no tan claro lo que acabo de decir. ¿Hacen su política mirando de reojo a Bildu sea el tema que sea? Hay que vivir allí y saber lo que eso significa. O se les ilegaliza o si se les legaliza, que jueguen con las reglas de todos los demás»
«A Bildu, Sortu o Amaiur hay que pasarles la factura de todo lo que han hecho. Estoy de acuerdo en que los presos estén en la cárcel lo que tengan que estar, que incluso, con efectos retroactivos, se les pase la factura de la kale borrosa pero insisto en que o se ilegalidad esa izquierda radical o si se les legaliza no veo que límite se puede establecer para su actuación política»
Ofa Bezunartea es periodista y escritora. Estudió en la Universidad de Navarra doctorándose en Ciencias de la Información en 1987. Ha trabajado como redactora en la Agencia EFE, el diario Nueva Rioja, y El Correo Español. Fue corresponsal política en Deia, delegada en el País Vasco del semanario Panorama, columnista en La Hoja del Lunes de Bilbao y luego de El Correo.
Profesora de Periodismo en la Universidad del País Vasco, desde 1982 y Catedrática desde 1996. Es columnista habitual de El Correo y autora de varios libros de ensayo sobre los medios de comunicación vascos. Ha impartido cursos de doctorado en la Universidad del País Vasco, la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y la Universidad de Sevilla