Residirá en un centro de acogida del que disfrutan madres e hijos en semilibertad

El juez permite salir de prisión a Sara Majarenas, la etarra que intentó asesinar a Rita Barberá, para que viva con su hija

La terrorista había pedido en una carta abierta que Izar, apuñalada por su padre, permanezca con ella en prisión pese a haber cumplido tres años

El juez permite salir de prisión a Sara Majarenas, la etarra que intentó asesinar a Rita Barberá, para que viva con su hija
La terrorista etarra Sara Majarenas. MI

La Audiencia Nacional le condenó a trece años y dos meses de prisión en 2007 por los delitos de integración en organización terrorista, falsedad en documento oficial y tenencia ilícita de armas

La Audiencia Nacional ha permitido la salida de prisión de la etarra Sara Majarenas para que viva con su hija en una fundación que presta apoyo a presos necesitados cuando disfrutan de permisos y semilibertad, según ha ordenado el juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro este 2 de marzo de 2017.

Hace unas semanas el padre de la menor, de tres años, la hirió de gravedad con un cuchillo.

El magistrado que controla y vigila la situación penitenciara de los presos ha concedido este jueves el segundo grado a la terrorista y le ha permitido residir con su hija en la fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos.

Esta medida de flexibilización busca adaptarse a la «extraordinaria» situación familiar de la reclusa.

La Ong se trata de un medio abierto que depende funcionalmente del Centro Penitenciario Madrid VI, en Aranjuez.

El magistrado ha acordado que la antigua miembro del «comando Levante» de ETA disfrute de un segundo grado ya que, al recibir el acogimiento, recibirá «el apoyo y afecto que necesitan madre e hija para solventar las dificultades que derivarían de una separación» que da prioridad a la protección de la menor.

La niña cumple este jueves tres años y que ya no podría residir con la etarra en la cárcel por la edad.

Majarenas fue condenada a 13 años y diez meses de prisión por ser miembro del «comando Levante» de ETA tras ser detenida en 2005. El padre de la niña, de nacionalidad etíope, se personó en el retén de la Policía Local de Benifaió, en Valencia, donde confesó que había matado a su hija, si bien luego se comprobó que sufría heridas graves.

En la vivienda encontraron a la niña, de tres años, con heridas de arma blanca en el tórax, que le había producido una perforación de pulmón; en la espalda y en la mano izquierda.

La niña está hasta ahora en la prisión de Picassent con la madre de lunes a viernes, en un régimen especial que permite que las presas tengan a sus hijos con ellas y algunos fines de semana se iba al domicilio con el padre, que se halla en prisión provisional por estos hechos.

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