Julio es el mes por antonomasia de las rebajas de verano y también, por lo que parece, de sustanciales descuentos en materia judicial.
Sólo así se entiende que seis años después se haya resuelto con una simple multa lo que fue la agresión a un policía e insultos a otros agentes de la autoridad por parte de quien en ese momento era presidente del Cabildo de La Gomera y senador del PSOE por esa isla, Casimiro Curbelo.
El político, que celebraba en Madrid junto a su hijo la licenciatura de éste, acabó la noche en un local de relax, Gola, y allí montó el número de la cabra al negarse, supuestamente, a pagar por un servicio. Fue expulsado de la sala y no tuvo mejor ocurrencia que requerir la presencia de varios policías que estaban cerca del local.
Estos, que no estaban por la labor de atender a los caprichos de Curbelo, tuvieron que soportar que éste los vejase al grito de:
Sois unos terroristas, unos borrachos, no sabéis con quién estáis tratando, voy a ir uno a por uno de vosotros, voy a acabar con vuestras carreras.
Y al mismo tiempo se cebó en dos ocasiones con uno de ellos, una de las veces ya dentro de las dependencias policiales en la comisaría de Policía de La Remonta, en el distrito madrileño de Tetuán.
Las lesiones al funcionario policial no fueron broma, precisamente. Le causó uneritema en región anterior de ambos brazos, en región latero-cervical anterior izquierda y en dorso de mano izquierda, que curaron tras una primera asistencia sin necesidad de tratamiento médico.
Pues bien, ¿saben al final cuál es el castigo que tendrá que pagar Curbelo? Una multa de 900 euros y deberá indemnizar con 50 euros al policía al que agredió.