La Fiscalía presentará el lunes 31 de octubre de 2017 en el Tribunal Supremo una querella por rebelión contra el Govern y contra los miembros de la Mesa del Parlament que han permitido votar la declaración de independencia.
La querella no se extenderá a los diputados, algo que ya estaba decidido antes de que la votación se efectuara bajo secreto.
Uno de los aspectos debatidos en las últimas semanas sobre la querella era si debía alcanzar a los miembros de la Mesa.
La decisión fue que sí, criterio que se ha visto reforzado por la intervención decisiva de este órgano para aprobar la DUI, al quedar esta finalmente en manos del Parlament.
La decisión de llevar el asunto al Supremo se debe a que tanto la comisión del delito como sus efectos exceden el ámbito territorial de Cataluña. Conforme a lo regulado por el propio Estatut de Cataluña en el apartado de aforamientos, eso supone que el tribunal competente sea el Supremo, y no el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Tanto los miembros del Govern como Forcadell y otros miembros soberanistas de la Mesa ya cuentan con una querella por desobediencia y prevaricación en el TSJ. Esos delitos sólo se castigan con inhabilitación, mientras que la rebelión puede alcanzar los 30 años de prisión.
Albiol llamando cobardes a los infames diputados independentistas en su cara
