¿Se ha hecho Justicia?: 194 muertos y 1858 heridos, muchos de ellos mutilados

14 años después de asesinar a 194, sólo siguen en prisión ocho de los terroristas del 11-M

El cerebro' de los atentados fue puesto en libertad tras sólo 12 años de cárcel

14 años después de asesinar a 194, sólo siguen en prisión ocho de los terroristas del 11-M
Los ocho terroristas del 11-M que siguen en la cárcel. EP

Cuando tertulianos de todo jaez, directore de programas televisivos y políticos como Pablo Iglesias, consumen las horas clamando 'por benévola' contra la sentencia que condena a alguién como Iñaki Urdangarín a seis años y tres meses de cárcel

Cuando tertulianos de todo jaez, directores de programas televisivos y políticos como Pablo Iglesias, consumen las horas clamando ‘por benévola’ contra la sentencia que condena a Iñaki Urdangarín a seis años y tres meses de cárcel, salta la noticia de que sólo permanecen en prisión ocho de los 18 terroristas islámicos que perpetraron los atentados del 11-M.

Hace justo un año, fue liberado Youssefff Belhadj, el ‘cerebro’ de la masacre según el atestado policial.

A las espaldas del fanático marroquí y de sus compinches quedan para siempre 194 inocentes muertos y 1858 heridos, muchos de ellos mutilados y la única reacción decente es echarse las manos a la cabeza y desear que en Marruecos, donde supuestamente reside ahora, le den lo suyo.

Hoy se cumplen 14 años de la mayor matanza del terrorismo en España, y sólo ocho de los terroristas continuan cumpliendo sus penas en cárceles españolas.

EL ESPANTO Y LA VERGÜENZA

El 11 de marzo de 2004 una célula yihadista colocó trece artefactos explosivos en cuatro trenes de cercanías de Madrid. Murieron 194 personas (la última, en 2014, tras estar en coma 10 años) y 1.858 resultaron heridas.

El 3 de abril siete de los terroristas se suicidaron en Leganés llevándose por delante la vida del GEO Francisco Javier Torronteras. En septiembre de 2007, tras un juicio que se prolongó durante cinco meses, la Audiencia Nacional condenó a 21 de los 28 procesados por estos hechos, aunque el Tribunal Supremo rebajaría luego ese número a 18.

Como Nati Villanueva en ‘ABC‘ este 11 de marzo de 2018, la sentencia de la Audiencia Nacional impuso a Jamal Zougam la mayor pena por ser la persona que facilitó desde su locutorio las tarjetas con las que se activaron las bombas.

A Othman el Gnaoui se le castigó por el traslado de los explosivos desde Asturias hasta la finca de Morata de Tajuña en la que prepararon las bombas de los trenes. Y a José Emilio Suárez Trashorras por haber suministrado a la célula de Madrid -encabezada por Jamal Ahmidan «El Chino»- la dinamita y los detonadores de Mina Conchita para los atentados.

Lo hizo a pesar de conocer el «radicalismo» de este y su grupo y de ser «consciente del uso homicida» que se le iba a dar, señaló la sentencia de la Audiencia.

A Jamal Zougam y Othman el Gnaoui, les cayeron más de 40.000 años de cárcel, y a José Emilio Suárez Trashorras, considerado cooperador necesario, le endiñaron 34.715 años, pero la salida de los tres está prevista como muy tarde para 2044, porque el máximo entre rejas que prevé la Ley son 40 años para casos de terrorismo.

Quien será excarcelado ya el próximo año es Hassan El Haski. Fue condenado a 14 años como dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM. La Fiscalía había pedido para él 38.962 años como inductor de los atentados junto con Youseff Belhadj y El Egipcio -ambos absueltos por el Supremo-.

«Su pertenencia al GICM no le hace responsable de todos los atentados que cometa la organización terrorista».

EL ATLETA DE LEGANES

Los siguientes en salir, en 2022, serán Rachid Aglif «El Conejo», Mohamed Bouharrat y Antonio Toro, condenados a 18, 12 y cuatro años de cárcel, respectivamente. El primero por pertenencia a banda armada y tenencia de explosivos.

Mantenía una «intensa relación» con Jamal Ahmidan «El Chino», y tuvo una «decisiva intervención» en la reunión que mantuvo Ahmidan con Trashorras en octubre de 2003 en Madrid, donde se cerró el trato para intercambiar explosivos por droga.

Bouharrat, por su parte, fue condenado a 12 años por pertenencia a grupo terrorista. Tuvo relación con los suicidas de Leganés en un «intervalo temporal muy estrecho y significativo».

Entre los escombros de Leganés se encontraron fotografías suyas, una huella en un libro árabe y una nota manuscrita sobre otro objetivo posible para atentar. Se le acumula otra condena de ocho años de prisión, de ahí que su salida no esté prevista hasta dentro de seis años.

Antonio Toro cumple condena actualmente por tráfico de drogas, porque la del 11-M, a cuatro años, ya la ha saldado.

Toro, reo por tráfico de explosivos, y Rafa Zouhier -el confidente de la Guardia Civil y quien puso en contacto a los asturianos con la célula terrorista de Madrid- se habían conocido en prisión en 2001, tres años antes de la matanza.

Por último, en 2023 está prevista la excarcelación de Abdelmajid Bouchar, quien huyó del piso de Leganés al percatarse de la presencia policial.

La Fiscalía lo consideraba autor material de los atentados de los trenes y pedía para él la misma pena que para Zougam, pero el testigo que manifestó haberlo visto en Entrevías se retractó en el juicio, con lo que no se pudo dar por probado «con la certeza necesaria» que dejó una mochila en uno de los vagones.

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