Ya está en Madrid, y tiene hasta las 18 horas de este lunes 18 de junio de 2018 para decantarse por estas tres prisiones: la prisión de Zaballa, que cuenta con 80.000 metros cuadrados y varias instalaciones deportivas, la de Mahón, con la ventaja de que no es una cárcel mediática, o Estremera, donde encontrará a Oriol Junqueras, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart o al pederasta de Ciudad Lineal. (El cabreado familiar de Urdangarin que tiene asustada a toda la Zarzuela).
Cuando Iñaki Urdangarin llegue a cualquiera de ellas, recibirá dos rollos de papel higiénico, cepillo de dientes, cubiertos de plástico y otros enseres -como su cuchara, tenedor y cuchillo de plástico-, que han de durarle a menos un mes.
Ocupará una celda de unos 13 metros cuadrados con baño y ducha. Eso sí, está climatizada y la podrá decorar con un televisor de 22 pulgadas.
Va a recibir consejo y apoyo de un preso-ordenanza. Éste es un reo ejemplar, a punto de terminar su condena y conocedor de los secretos de la cárcel.
Sus esperanzas de abandonar la prisión en breves permisos de libertad se depositan ahora en Fernando Grande Marlaska, el nuevo ministro del interior, quien tendría en su mano, a través de la calificación como interno de Urdangarin en la Junta de Internamiento, asegurar esos permisos después de apenas dos meses de su ingreso.
