Directora de Protección Civil, Celia Abenza

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El PSOE a las familias de las víctimas de Guadalajara: «Así es la vida»

Periodista Digital, Jueves, 15 de diciembre 2005
Que le digan eso al familiar de una víctima de ETA. Es que con ETA todos somos víctimas y en el incendio de Guadalajara el Gobierno ya está un poco manchado de culpa. Pero murieron once personas y sus familias reclaman que no se olvide. ¿La respuesta del Gobierno? "Así es la vida. Las familias no pueden pretender que demos atención permanente a su problema".

Faltaría más, debió pensar la directora de Protección Civil, Celia Abenza, al decir semejante cosa. Mientras tanto, la madre de uno de los muertos reclama justicia basándose en que en Guadalajara "no murieron langostas y percebes, fallecieron once personas". Por tanto, si el Gobierno tienen tanta memoria para el desastre del Prestige, que tampoco debería pasar al olvido, lo menos que puede hacer es lo propio con el incendio que, además de haber ocurrido hace menos de un año, aún no se ha cobrado las responsabilidades pertinentes.

De todas formas, quien ha dicho que "no se puede pretender que la opinión pública siga centrada en este asunto", ya mostró cierta falta de pudor cuando culpó a los conductores de los problemas que desató el temporal de nieve.

Pero ¿qué iba a decir? Si opina, como dijo, que "la actitud en lo que respecta a la Administración General del Estado, y me consta que también por parte del Gobierno regional, ha sido de respeto y de apoyo absoluto en lo que se refiere a temas de atención a las víctimas y a sus familiares". Si de verdad cree que ya han hecho todo lo que podían por las víctimas, ¿para qué se va a seguir hablando del tema?, dirá.

Sin embargo, cuando quien valora los esfuerzos hechos hasta ahora es Pilar Hernández, madre de una de las once víctimas de aquel incendio, la cosa cambia. Según dijo a La Razón, "en Guadalajara no murieron langostas y percebes, murieron once personas". "Ya han pasado cinco meses. Sí, pero no ha habido grandes cambios", apunta Pilar Hernández.

Y lo más grave es que, como dice, "Seguimos sin saber nada de lo que sucedió, de por qué de los 30 retenes que hay aproximadamente en Guadalajara, sólo trabajaban en el fuego 2 ó 3. En este tiempo, lo único cierto es que los culpables de la desorganización, la falta de planificación... siguen levantándose cada mañana a trabajar con normalidad y sentándose en sus sillones cómodamente sin mover un dedo. Hablan de repoblar la zona en 10 o 20 años, de dejarla como era antes, pero, ¿quién me devolverá a mi hijo?".