Arnaldo Otegi, la cabeza más visible de Batasuna, una formación ilegalizada precisamente por ser uno de los brazos «institucionales» de ETA, llegó a tres conclusiones: el presidente del Gobierno ha dado «un paso, pero no el paso»; es imprescindible aislar al PP y «desactivar» el Pacto Antiterrorista; y en cualquier caso «el conflicto» no se solucionará entre el Gobierno y ETA porque a quien corresponde negociar es a los partidos vascos para buscar un «acuerdo del Viernes Santo vasco», a imagen de los acuerdos de Stormont con el IRA.

Otegi ha impuesto públicamente su "condiciones" al presidente del Gobierno español:: lo primero que tiene que hacer Zapatero es poner fin a las detenciones de etarras o colaboradores y a las operaciones policiales; lo segundo, es acabar con los juicios a etarras en la Audiencia Nacional; y lo tercero es la relegalización de Batasuna y su vuelta a la vida política con la cabeza alta.

 «Está bien mantener una cierta distancia respecto al Pacto», dijo Otegi en defensa de Zapatero, «pero ahora hay que desactivar todas y cada una de sus consecuencias».

Además, Otegi opina que la «voluntad sincera» de Zapatero no puede pasar «sin hablar con Batasuna» y sin romper un pacto «del pasado con la derecha neofascista española».

Más allá de la interpretación que el Gobierno pueda hacer de estas palabras y de que les atribuya o no relevancia, lo cierto es que Zapatero está más que obligado a medir sus pasos, sabedor ya de que lo ocurrido en las últimas 48 horas con el PP sólo tiene ya una única interpretación posible: no va a contar con el PP y, de iniciar el viaje, lo hará sin el que ha sido su compañero en el moribundo Pacto Antiterrorista, por lo que tendrá que asumir en su momento los riesgos que ello conlleve. A la vista de las palabras de Mariano Rajoy en las últimas horas, el PSOE sólo puede llegar a la deducción de que no cuente con él.

Rajoy acusa Zapatero, de "pasar de la ambición de una alternativa constitucionalista" en el País Vasco a "proponer la negociación" con la organización terrorista: "Ha pasado de la política de aislar a ETA a la política de aislar al PP". 

El líder del PP insiste en que él "nunca abandonará" el Pacto por las Libertades y por el Terrorismo, aunque lamentó que el PSOE lo "ha triturado" al "invitar al diálogo" a ETA: "Esto es insólito, no sé si en algún otro país del mundo ocurre algo así".

El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, criticó este sábado que mientras el PSOE pactaba antes ’contra’ ETA, ahora promueva pactar ’con’ ella. "El Gobierno ha dado a ETA lo que quería" y "hace que la posición de los terroristas sea cada día más fuerte", ha denunciado .

Zaplana ha aseverado que "los terroristas buscan poner de rodillas a España" y que el Gobierno "le ha dado lo que quería; no ha tenido ningún reparo". Ha criticado que "un día ETA pide una propuesta de resolución (apuntado en el editorial de Gara) y el Gobierno se la concede al día siguiente".

En la edición de este viernes, el diario abertzale ’Gara’ decía en su editorial:

"Sería más que deseable que, si realmente Zapatero quiere afrontar la solución del conflicto, pudiera demostrar, ­y las resoluciones del debate pueden ser una forma apropiada­ que cuenta con un respaldo a su estrategia, que es mayoritario en el Congreso, y puede superar la oposición del PP".

Por ello, el PP considera que "se retrasa el reloj de la lucha antiterrorista" y que el Gobierno "hace que la posición de los terroristas sea cada día más fuerte" mientras "rompe con el PP, desprecia a las víctimas y a muchos ciudadanos españoles que llevan años luchando contra el terrorismo".

Moción basada en Ajuria Enea

El portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba ha explicado el contenido de la resolución presentada el viernes en el Congreso para ser votada el martes que viene y ha señalado su equivalencia con el Pacto de Ajuria Enea, votado por el PP.

Dice Rubalcaba que el PSOE ha recogido "el mínimo común democrático en política antiterrorista" con el que todos los partidos han estado siempre de acuerdo en "pactos históricos anteriores": Ajuria Enea, Pamplona, Madrid y el Pacto Antiterrorista.

Basándose en ellos, la moción se basa en siete puntos: el rechazo a la violencia, la imposición y el chantaje; la posibilidad de un "final dialogado" de la violencia "si se dan las condiciones adecuadas"; la "fortaleza del estado de Derecho" y la únión de todas las fuerzas parlamentarias; la "solidaridad" con las vícitmas del terrorismo; el apoyo a las Fuerzas de Seguridad del Estado y a los jueces; la importancia de la colaboración internacional; y el respaldo de la sociedad.

El texto reproduce sin apenas variaciones el artículo nueve del acuerdo de Ajuria Enea al subrayar que el diálogo sólo será posible "si se producen las condiciones adecuadas para un final dialogado de la violencia, fundamentadas en una clara voluntad para poner fin a la misma y en actitudes inequívocas que puedan conducir a esa convicción". Esta parte del texto también consta en una moción presentada por el PNV.

Además, se establece que en esos posibles procesos se deberá respetar en todo momento el principio democrático irrenunciable de que "las cuestiones políticas deben resolverse únicamente a través de los representantes legítimos de la voluntad popular". "La violencia no tiene precio político y la democracia española nunca aceptará el chantaje de la violencia", señala el texto.

Por ello, el portavoz socialista se ha preguntado en alto por qué entonces el PP apoyó el Pacto de Ajuria Enea y ahora no admiten que pueda hablarse con la banda terrorista.

Rubalcaba ha aclarado que el texto es una iniciativa particular del Grupo Socialista y que "no quieren dar la sensación de que está negociada" con otros grupos, porque buscan "el apoyo unánime".

Por otro lado, el ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz, ha afirmado que el presidente del Gobierno "va de frente" y apuesta de forma sincera por un proceso de paz. Sin embargo, se pregunta hasta dónde podrá llegar Zapatero en la búsqueda de este objetivo teniendo en cuenta que "ni a Francia, ni al PP, ni a ciertos sectores del PSOE les interesa la pacificación en Euskadi".

Aznar: ’Nunca negociamos’

Otra polémica en el tema antiterrorista la ha introducido el ex presidente del Gobierno José María Aznar, quien aseguró en Santander que "jamás" dio instrucciones para negociar con ETA, sino que su Ejecutivo únicamente constató que la banda terrorista no estaba dispuesta a rendirse.

Aznar defendió, en su intervención en el VIII congreso de Nuevas Generaciones del PP de Cantabria, que su Gobierno desarrolló "la batalla más frontal que nunca se ha dado contra el terrorismo", mientras que el actual Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero ha adoptado una serie de medidas que suponen "un salto atrás colosal y extraordinario" en la lucha contra ETA.

Preguntado Zaplana sobre estas declaraciones, aseguró que el Ejecutivo del PP "sólo constató" que la organización terrorista "no estaba dispuesta a entregarse" y que lo hizo después de que declarara una tregua indefinida. Alfredo Pérez Rubalcaba se mostró extrañado porque Aznar haya dicho que su Gobierno no negoció con ETA, y recordó que los secretarios de Estado de Seguridad y de la Presidencia del Ejecutivo del ex presidente, así como su jefe de comunicación, se reunieron en Zúrich "con el número uno de ETA". "Parece que esa reunión -agregó- fue para ver cómo estaban las cosas, para tomar un café y charlar un poco del tiempo" y se preguntó "a quién pretende ahora engañar Aznar siete años después".