Zapatero se parece más a Aznar de lo que él cree
«Soy muy crítico con el nuevo socialismo». Añade que desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero aquello ha convertido en un «auténtico caudillismo». Entre otras cosas, subraya que no puede ser que la definición de lo que es ser derechas o ser de izquierdas «lo decida el señor zapatero cada mañana».
Pero esto es sólo una consecuencia. Para Joaquín Leguina, el gran problema del presidente del Gobierno («ojala lo pueda solucionar») es que
«Es muy dependiente de las ocurrencias de sus asesores de imagen. Gente que no tiene ninguna moral».
Existe un alejamiento, cada vez más evidente, entre los políticos y la sociedad. Un problema que, para Leguina, afecta a unos y a otros partidos. Sin embargo, es el Gobierno el que al final tiene que responder. Y esa respuesta no puede ser «hacer oposición de la oposición».
«Este invento se debe a ese ‘genio’ de la política que es Aznar. Ni Adolfo Suárez (que le dieron en todas partes menos en el carné de identidad), ni Felipe González volvieron nunca sus armas contra la oposición. Zapatero sí. Zapatero se parece más a Aznar de lo que él cree».
Desde 1982 hasta 2008 ha estado de forma activa en la primera línea de la política. Con este bagaje, Joaquín Leguina tiene claro que el buen político se curte mandando.
«La labor de oposición está bien pero eso no es ejercer la política. Y a un presidente de Gobierno que no ha sido, ni siquiera, concejal, yo no le votaría más.»
