La que en su día llamó «hijos de puta» a unos periodistas que no eran de su agrado ha dado una muestra más de su talante totalitario. La actriz Pilar Bardem ha asegurado este lunes que ella «no es de la ‘ceja'», en alusión al grupo de intérpretes que apoyan al presidente de Zapatero, y ha añadido que al que lo diga «lo mata».
Bardem ha participado este lunes en la presentación de las nuevas autobiografías de actores que auspicia la Fundación en su iniciativa de recuperación de la memoria de los «pioneros» de la escena española y como la nieve caída en Madrid ha impedido llegar a algunos de los invitados ella ha tenido que asumir «las funciones».
Al presentar a Yolanda Farr y a su texto, Bardem ha reconocido que, como presidenta, «sirve para un roto y para un descosido», se ha disculpado porque no se había «preparado» y que por eso vestía un jersey que le había cogido a «los hijos» con una bufanda con un «capullo», algo del todo casual.
«Yo no soy de la ‘ceja’ y al que lo diga lo mato», ha asegurado al auditorio. «Aclarado este punto político, vamos a lo que vamos», ha agregado entre risas antes de presentar el trabajo de Farr.
En febrero de 2008, músicos y actores como Joan Manuel Serrat, Miguel Bosé o Fran Perea mostraron su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero, de cara a las elecciones, con un vídeo en el que se ponían el índice sobre el ojo para imitar la ceja del presidente.
CARTA DE BARDEM A DE LA VEGA
Detrás de la iniciativa estaba la «Plataforma de Apoyo a Zapatero» (PAZ), un grupo formado por más de 2.000 personas de diversos ámbitos sociales y profesionales, como científicos, artistas, profesores universitarios, deportistas o empresarios.
La Fundación de Artistas e Intérpretes Sociedad de Gestión (AISGE) que preside Bardem gestiona los derechos audiovisuales de artistas, dobladores, bailarines y directores de escena.
Por otro lado, Pilar Bardem envió una carta en septiembre de 2007 a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, antes de que se fijaran las nuevas tarifas del canon digital, pidiendo un aumento del canon inicialmente previsto para CD y DVD, a cambio del apoyo político de los autores. En la misiva la artista dijo al Ejecutivo que si esta petición se llevaba a cabo ellos «sabrían reconocer públicamente» el buen hacer de los socialistas. Y lo consiguió.
