El juez ha decretado prisión eludible bajo fianza de 3 millones de euros
El juez del «caso Palma Arena», José Castro, ha sido contundente al calificar de «kafkianas» algunas de las explicaciones ofrecidas por Jaume Matas Le imputa al ex presidente de Baleares la presunta comisión de doce delitos de corrupción, penados con hasta 64 años de cárcel, según el auto de prisión provisional que ha dictado hoy.
El magistrado va más allá y asegura, en el auto judicial de 147 páginas, que «dada la gravedad de los hechos», Matas «puede darse por satisfecho» por el hecho de que las acusaciones no hayan pedido «una medida cautelar más severa».
En su escrito, en el que establece una fianza de 3 millones de euros para Matas, el juez acusa al ex ministro de Medio de Ambiente de siete delitos de malversación de caudales públicos, un delito de falsedad en documento oficial, otro de prevaricación administrativa, uno de fraude a la Administración, uno de blanqueo de capitales y un delito electoral.
A su cuñado Fernando Areal, que fue gerente del PP balear y al que ha retirado el pasaporte, el juez le acusa de tres delitos: dos de blanqueo y un delito electoral. Estos delitos conllevarían una pena máxima de 15 años de cárcel.
En el auto, Castro indica que no se puede explicar el incremento del patrimonio de Matas durante la anterior legislatura y le atribuye la propiedad de dos pisos en Madrid y Mallorca que están a nombre de otras personas.
También apunta que con sus ingresos no pudo hacer frente a estas compras, ni tampoco a la adquisición y reforma de un piso en un palacete de Palma.
«Resulta imposible que con los ingresos declarados por la familia Matas-Areal pueda acumularse tal patrimonio y más imposible aún si se hacen compatibles tales adquisiciones con un tren de vida de absoluto derroche y ostentación», indica el juez.
Castro afirma que, si bien «cabía esperar» que Matas ofreciera explicaciones que pudieran «desvirtuar los abrumadores elementos de cargo que pesaban sobre él», finalmente durante sus quince horas de declaración «se invirtió más en formular las preguntas que en el desarrollo de las respuestas, que en su generalidad brillaron por su ausencia».
Es más, considera que algunas de las explicaciones que ha dado Matas suponen una «burla» a su juzgado y a los ciudadanos y, en otros casos, «todo un disparate».
«Es claro que el señor Matas ha venido a burlarse de los simples mortales», destaca en el escrito.
En cuanto a la construcción del velódromo Palma Arena durante la anterior legislatura, que costó más del doble de lo presupuestado hasta 110 millones, Castro afirma que, lejos de creer al ex presidente cuando dijo que él no controlaba su gestión, «no cabe imaginar» que las «irregularidades» hayan podido tener lugar «sin su mandato en algunos casos y su consentimiento o tolerancia en otros».