Eliminar la palabra nación del Estatut sería un acto de incultura política
A sus 95 años se siente obligado a resucitar la memoria de muchos de sus camaradas en el Partido Comunista que, señala, jugaron un papel importante para la consecución de la democracia que impera hoy en España. Los viejos camaradas (Ed. Planeta) abarca de la generación del 36 hasta la Transición pasando por los largos años de política en el exilio.
Santiago Carrillo reconoce en esta entrevista con Periodista Digital que el pecado del comunismo en el siglo XX fue el estalinismo.
«El error del que somos responsables los comunistas es el haber apoyado el estalinismo. Se hizo pasar por socialismo lo que no era más que un capitalismo de Estado. Esta situación se prolongó hasta 1956 cuando el líder del Partido Comunista ruso denunció, en su XX Congreso, los crímenes cometidos por aquella práctica política».
Menos responsable se siente de que hoy volvamos a hablar de la Guerra Civil en clave de rojos y azules. Sostiene que la razón de que esto ocurra son las miles de personas que todavía están enterradas de forma anómala.
De igual modo cree que ya no es tiempo de hacer procesos personales contra personas muertas cuyos hijos o nietos no tienen ninguna responsabilidad sobre aquello. Así, defiende a Garzón diciendo que
«La intención del magistrado no era tanto sentar en el banquillo de un tribunal a Franco sino sentarlo en el banquillo de la Historia».
LA UNIDAD DE ESPAÑA
Estos días en los que el Tribunal Constitucional, que fracasa ya por qunta vez, sigue debatiendo la sentencia sobre el Estatut de Cataluña, Santiago Carrillo califica de «incultura política» la posibilidad de que la palabra nación sea eliminada del texto.
«En un tiempo en que se ha reconocido el derecho de autodeterminación de los pueblos, si mañana (como consecuencia de una decisión mal pensada del TC) se provoca una reacción en Cataluña por la que los separatistas se hacen mayoría, por la fuerza no podremos hacer que permanezca integrada en España.»
Para Carrillo la única manera de evitar que en Cataluña o País Vaco los separatistas ganen adeptos entre la mayoría de la población es aceptar que hay diversas nacionalidades dentro del Estado Español.
«Sin una política inteligente desde el centro, está en peligro el Estado Español.»
LA NUEVA IZQUIERDA Y EL PP DE HOY
El que fuera entre 1960 y 1982 secretario General del Partido Comunista en España está convencido de un partido de izquierdas del siglo XXI no puede ser con el PC de antaño. Reivindica una nueva izquierda en la que, a pesar de tener con él algunas diferencias, ve a Zapatero como exponente.
«Aunque no esté de acuerdo con algunos planteamientos del Zapatero desde la izquierda hay que apoyarle. Porque es Zapatero o Rajoy y a la gente de izquierdas tal y como funciona hoy el PP le da miedo.»
«En los tiempos de Manuel Fraga el PP daba miedo por su pasado. Hoy por su presente. Yo que he considerado a Fraga como un adversario político toda mi vida, me inspira más tranquilidad que Rajoy».